Un testigo del caso Grandi, imputado de falso testimonio

Un testigo del caso Grandi, imputado de falso testimonio

Se investigará al arquitecto encargado de la obra.

Edificio de Grandi
24 Febrero 2021

Concluidos los testimonios ofrecidos y presentadas las pruebas instrumentales de las partes, el juicio oral a Miguel De la Cruz Grandi, a quien se responsabiliza por el derrumbe de la casa de la familia Mendez Cascales, tendrá su final este viernes luego de los alegatos.

La jornada de ayer se inició con la participación de Ricardo Morello, el arquitecto que figura como colaborador de obra en el cartel de la edificación de la empresa en Virgen de la Merced 281, y que presentaba los permisos de la misma en la Municipalidad.

Desvinculado desde 2017 de la firma, Morello fue el último en presentarse a declarar ante el juez Eduardo Romero Lascano, pero su discurso sobre los hechos resultó ambiguo y en algunos casos ni siquiera tuvo relación con lo expuesto por los demás testigos.

Según el arquitecto, la función que desempeñaba en la construcción era la de trazar planes de obra y presentarlos en la Municipalidad para obtener los permisos correspondientes; pero cuando la fiscala Estela Giffoniello le solicitó especificaciones sobre su actividad y los procesos de trabajo, las respuestas no eran sólidas. Sobre la intención de De la Cruz de comprar la vivienda vecina, dio la afirmativa pero aseguró haberse mantenido al margen del tema.

El proyecto propuesto por Grandi y aprobado por la Dirección de Catastro preveía una submuración que fije los cimientos para luego proceder a una excavación a mano, de manera secuencial (empezando por los pozos impares). Consultado al respecto por parte de la fiscal, y a diferencia de lo narrado por los demás testigos, Morello aseguró que el proceso de construcción se hizo respetando lo presentado. Adujo que el desplome de la pared se debió a las malas condiciones meteorológicas. “La Municipalidad nos había pedido que completemos la submuración de la parte de la vecina pero luego la obra se clausuró y había un guardia, y tuvimos que desviar los camiones de hormigón. Así, con la lluvia se descalzó una de las placas que daba a la casa afectada y se cayó la pared’’, comentó.

La insistencia de la fiscalía a fines de entender lo ocurrido y el rol del arquitecto en la obra, llevó a Morello a ser investigado por falso testimonio. “El testigo no es reticente a contestar, es evasivo’’, afirmó el abogado querellante Joaquín Olaizola.

Para finalizar con las pruebas testimoniales, se incorporó la lectura de la declaración presentada en mayo del 2014 por la ingeniera Elena Forgas, Directora de Catastro y Edificación de la Municipalidad en aquel entonces. La misma pone en conocimiento que una vez aprobado el permiso otorgado a la compañía, durante la primera visita de inspección, se pudo observar que no se estaba cumpliendo el programa de excavación acordado y que dos de los muros linderos se habían desmoronado. De esta manera, el 14 de febrero se resolvió paralizar la obra con la excepción de las tareas necesarias para completar la submuración.

El 28 de febrero, días después del episodio que obligó a la familia Cascales a abandonar su domicilio, la ingeniera dejó asentado en el libro de obras que “mediante una resolución se dispuso la clausura nuevamente, autorizando solo los trabajos de submuración ya que por una inspección ocular se determinó que aún no se la había terminado de cumplir. Sin embargo se observó el comienzo de tareas en el cuerpo del edificio con ingreso y egreso de camiones en zonas prohibidas’’. (Producción periodística: Milagro Assa Cotic)

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