"Mi hija eligió Tucumán para vivir y terminó víctima de un femicidio. No sigan defraudando", reclamó Mariela Tacacho a los legisladores; en especial, a los integrantes de la comisión de Juicio Político.
La mamá de Paola Estefanía Tacacho -la profesora víctima de femicidio en barrio norte, por parte de Mauricio Parada Parejas, quien al verse rodeado tras el asesinato se suicidó- redactó una carta en la cual pide a los parlamentarios tucumanos que den curso al juicio político contra el juez Francisco Pisa, quien había absuelto a Parada Parejas.
"Está en sus manos la posibilidad de empezar a torcer el rumbo de una provincia que parece condenada a vivir presa de la impunidad de los poderosos. Entre iniciar juicio político al juez o rechazar los planteos en su contra hay una delgada frontera en la que se juega mucho más que un trámite formal. Está en juego el futuro de miles de tucumanos y tucumanas que viven con la desazón de sentir que en el lugar en el que viven las cosas siempre pueden estar peor", dice.
En el texto dedica un extenso párrafo al magistrado. "Con su desidia y complicidad impidió frenar al acosador que terminó asesinando a mi hija. Su respuesta ante las acusaciones son más las de un leguleyo que las de un hombre de ley que reconoce los errores cometidos. Someterse a juicio político sería su oportunidad para redimirse y demostrar la honorabilidad ante la sociedad. Pero su apuro es el de jubilarse para gozar de los privilegios de un retiro legal pero indigno", señala.
El texto completo de la carta
"A las y los miembros de la comisión de Juicio Político de la Legislatura de Tucumán.
PRESENTE
DE MI MAYOR CONSIDERACIÓN:
Me dirijo a Ustedes en nombre de mi hija Paola Estefanía Tacacho, que hoy ya no está con nosotros, y en el de miles de mujeres que sufren a diario la violencia en todas sus formas. Les pido que escuchen esos gritos, muchas veces silenciosos, que reclaman ayuda de las instituciones para salvar una vida o al menos encontrar un poco de paz.
Señoras legisladoras y señores legisladores, está en sus manos la posibilidad de empezar a torcer el rumbo de una provincia que parece condenada a vivir presa de la impunidad de los poderosos. Entre iniciar juicio político al juez Francisco Pisa o rechazar los planteos en su contra hay una delgada frontera en la que se juega mucho más que un trámite formal. Está en juego el futuro de miles de tucumanos y tucumanas que viven con la desazón de sentir que en el lugar en el que viven las cosas siempre pueden estar peor. Mi hija eligió Tucumán para vivir y terminó víctima de un femicidio. No sigan defraudando.
Pisa es el juez que, con su desidia y complicidad, impidió frenar al acosador que terminó asesinando a mi hija. No es el único responsable, pero es quien dejó su firma con la impudicia de fallar sin medir las consecuencias. Su respuesta ante las acusaciones son más las de un leguleyo que las de un hombre de ley que reconoce los errores cometidos. Someterse a juicio político sería su oportunidad para redimirse y demostrar la honorabilidad ante la sociedad. Pero su apuro, es el de jubilarse para gozar de los privilegios de un retiro legal, pero indigno.
Días atrás el vicegobernador y presidente de la Legislatura (Osvaldo Jaldo) hizo expresa referencia, en relación al resultado de otro pedido de juicio político, posterior jury de enjuiciamiento y destitución de un juez, a la necesidad de ponerse en el lugar de quienes reclaman justicia por haber perdido a un familiar por el accionar errado de un juez. Ese es mi lugar y les pido que se pongan en él. Señoras legisladoras y señores legisladores, les pido que no sean cómplices de la impunidad. Les pido que habiliten el juicio político a Pisa. Mi hija ya no está, pero háganlo para que los suyos, para que ninguno de ellos sienta vergüenza y miedo".