Vuelta a clases: cómo podemos ayudar a nuestros hijos a cuidar la vista

Vuelta a clases: cómo podemos ayudar a nuestros hijos a cuidar la vista

Con una presencialidad acotada, las computadoras y los teléfonos volverán a ser claves en el ciclo lectivo 2021. Oftalmólogos explican cómo reconocer problemas de visión y por qué es muy importante realizar consultas médicas periódicas.

22 Febrero 2021

La vuelta a las aulas será acotada. Si bien en algunas escuelas los chicos pasarán más días en sus pupitres que en otras, lo concreto es que las clases virtuales seguirán acompañándolos. Al menos en el primer tramo del ciclo lectivo 2021. Por ese motivo, el cuidado de la vista se vuelve muy importante. Oftalmólogos tucumanos explican cómo reconocer posibles problemas, la importancia de la consulta médica y dan consejos para descansar los ojos.

Mucho se habla de la vista y el uso de las pantallas. Aquel viejo mito de que pasar demasiado tiempo frente a la televisión o a una computadora hace mal parece ser no del todo cierto: “La PC no te produce problemas. Ha habido muchas dudas sobre lo que es la luz azul, la luz brillante; se decía que producía trastornos del sueño, etc. En realidad, son todos temas que están en discusión”, asegura el oftalmólogo Javier Marengo. Agrega que las pantallas no generan problemas visuales, sino que potencian o agravan cuestiones preexistentes muchas de las cuales se manifiestan a partir de la exposición a ellas.

Fernando Luis Vidal Sanz, también oftalmólogo, coincide con Marengo, y añade: “Todos (los niños y adolescentes) tendrían que hacerse un examen oftalmológico y revisar que no tengan problemas de vicios de refracción (miopía, astigmatismo o hipermetropía) que tengan que corregir para ver las clases virtuales”. El profesional considera que el hecho de estar frente a una computadora hace que los chicos fijen permanentemente la vista en el monitor y que, si no tienen corregido algún vicio, es probable que tengan dolor de cabeza, ojos rojos o dolor en los ojos.

“No es que la vista se les va a poner mal ni van a generar otra patología, pero si les va a generar algunos síntomas”, subraya.

Para prestar atención

Los síntomas -según Vidal Sanz- pueden ser: ojos rojos, sensación de presión, dolor de cabeza frontal, dolor a la vuelta de los ojos, sensación de pinchazos, cansancio visual o dolor en el propio ojo y, aunque es raro en adolescentes y niños, sequedad en los ojos.

Marengo, por su parte, agrega que entre las señales que pueden dar cuenta de inconvenientes en la visión, se encuentran los problemas de desenfoque, que la vista se nuble, la ya nombrada sensación de sequedad o ganas de permanecer con los ojos cerrados. Advierte que el simple hecho de sentir la presencia de los ojos ya es un signo de alarma: “normalmente a los ojos no se los siente. Cuando los percibís es porque algo está pasando con ellos”, alerta.

Otro síntoma puede ser el dolor de cabeza, al que el especialista define como “un tema complicado” en Medicina. Expone que una de las causas de un dolor de este tipo puede ser oftalmológico, pero quizá se deba a otras cuestiones.

“Incluso el mal posicionamiento, el estar sentado mal en la silla, te puede producir un dolor de nuca y, ese es un dolor de cabeza. O puede ser tensional: si estás haciendo un trabajo que produce estrés, después te duele la cabeza. En estos casos, el dolor no necesariamente es causado por la computadora”, añade.

Regla del 20-20-20

Uno de los métodos para descansar la vista y evitar la fatiga visual es el conocido como “regla del 20-20-20”, que los padres pueden enseñar a sus hijos. Javier Marengo detalla el método: cada 20 minutos la persona debe levantar la mirada de la PC y dirigir sus ojos hacia un lugar alejado (si es más allá de los tres metros, mejor). Allí debe fijar la vista durante 20 segundos y parpadear 20 veces.

Es muy importante tener en cuenta cuestiones relativas con la postura del usuario de la computadora. Pueden producir trastornos o dolores articulares. Entonces -sigue Marengo- lo primero que se debe tener en cuenta es la posición: “hay que buscar un sillón que sea adecuado y ver que la computadora esté por debajo de la línea de mirada. Nosotros estamos hechos para leer un poquito hacia abajo, de manera que el párpado superior baje, cubra más el globo ocular y haya menos superficie de evaporación de la lágrima”, acota.

El especialista revela que cuando uno lee con atención se disminuye la frecuencia de parpadeo y el ojo tiende a secarse más. Invita a los lectores a hacer un ejercicio para entender esto: “poné algo (un texto) y tratá de leer mirando hacia arriba. Inmediatamente vas a empezar a sentir que los ojos se secan más rápido, porque el ojo se abre mucho más. Por eso la pantalla de la computadora tiene que estar un poco más abajo y no a la altura de los ojos”, remarca.

La consulta

Vidal Sanz asevera que hay generalmente un 10% de niños y adolescentes que necesitan sí o sí usar lentes de manera permanente. Y que hay otro porcentaje que posee vicios de refracción leves y muestran síntomas al usar las computadoras.

Con respecto a la consulta médica, agrega: “una vez al año está bien. Si son muy sanos pueden hacerlo cada dos años, pero lo principal es en el inicio de clases. Normalmente, antes (la consulta) era al inicio de la primaria y en el primer año de la secundaria, pero ahora, por las normativas de los colegios ,se pide la ficha médica todos los años y ahí figura el oftalmólogo. Lo que hacés ahí (en la consulta) es un estudio para detectar si alguno de ellos presenta alguna patología”.

El especialista cuenta que muchas veces los padres van al consultorio sólo a llenar la ficha médica convencidos de que sus hijos ven bien, pero allí se dan con que no es así.

“Cuando son niños chicos y tienen problemas serios de vicios de refracción y no los tratás, puede ser que desarrollen una enfermedad que se llama ambliopía, que es el ojo vago u ojo que nunca se desarrolló. A eso lo tenés que tratar lentes o parches hasta los 6 o 7 años. Si hasta ese tiempo no se trata, el ojo queda vago, es decir que funciona a medias”. De este modo alerta a los padres sobre la importancia de la consulta médica temprana, “aunque sea para descartar que no haya ninguna patología. La consulta de primer grado es muy importante”.

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