MADRID.- El rapero español Pablo Hasel fue detenido y llevado este martes a prisión para cumplir una condena por sus tuits contra la monarquía y las fuerzas de seguridad, lo que generó una diversa repercusión política y protestas en las calles que reavivan el debate sobre los límites de la libertad de expresión en el país.
“¡No nos van a parar nunca, no nos van a doblegar!”, gritó con el puño alto el artista cuando la policía lo escoltó fuera de la Universidad de Lérida, en Cataluña, donde se había atrincherado el lunes con una decena de seguidores. “Muerte al Estado fascista”, vociferó instantes antes de que los Mossos d’Esquadra (policía regional) lo introdujeran en el patrullero, entre abucheos de activistas que protestaban.
De allí fue llevado directamente al centro penitenciario local, donde quedó alojado para cumplir la condena a nueve meses de cárcel por los delitos de “enaltecimiento del terrorismo” e “injurias” a la Corona y las fuerzas de seguridad.
La vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, evitó comentar sobre el arresto pero recordó que el Ministerio de Justicia ya trabaja en una revisión de los delitos relacionados con la libertad de expresión. “En el ámbito de la libertad de expresión debe haber una horquilla de comprensión y tolerancia propia de una democracia madura como la nuestra”, dijo. (Télam)