En el ajedrez encontró su pasión

En el ajedrez encontró su pasión

Lautaro Rojas (9 años) muestra un gran talento, pero necesita apoyo para viajar y competir.

 ÉXITO Y MUCHA IMAGINACIÓN. A Lautaro le gusta jugar “a ciegas” con su padre. Es también un alumno ejemplar. fotos gentileza Roxana Garro ÉXITO Y MUCHA IMAGINACIÓN. A Lautaro le gusta jugar “a ciegas” con su padre. Es también un alumno ejemplar. fotos gentileza Roxana Garro
17 Febrero 2021

Un tema que preocupa a los padres de hoy es la cantidad de horas que los niños pasan frente a una pantalla, sea la del televisor, la del celular o la de la tablet. Para la mayoría, es una lucha convencerlos de hacer otra cosa, como leer un libro, ejercitar su ingenio o desplegar su creatividad con actividades manuales. A Roxana Garro y Franco Rojas, en cambio, les pasó al revés: un día, el pequeño Lautaro, de siete años, les planteó que estaba aburrido de los jueguitos del celular. Franco apeló al recuerdo de su propia infancia y decidió comprarle un juego de damas, aunque a Lautaro le interesaron más las otras fichas que venían con el tablero: el rey, la dama, los caballos, los alfiles, las torres y los peones.

“Le interesan mucho las cosas que tienen que ver con el pasado. Le encanta que le contemos cosas que hacíamos o a qué jugábamos cuando éramos chicos. Y cuando mi marido le enseñó ajedrez, le encantó”, cuenta Roxana, que no tardó en subir fotos de su hijo aprendiendo las leyes del juego ciencia. Una de esas fotos llamó la atención de una amiga, que le comentó sobre un torneo que iba a tener lugar en una hostería de Tafí Viejo. Así, menos de una semana después de haber descubierto el ajedrez, Lautaro tuvo su primera competencia. Mal no le fue: ganó dos partidas y hasta se llevó un trofeo. Era lo que necesitaba para tomárselo muy en serio.

ÉXITO Y MUCHA IMAGINACIÓN. A Lautaro le gusta jugar “a ciegas” con su padre. Es también un alumno ejemplar. fotos gentileza Roxana Garro ÉXITO Y MUCHA IMAGINACIÓN. A Lautaro le gusta jugar “a ciegas” con su padre. Es también un alumno ejemplar. fotos gentileza Roxana Garro

Al poco tiempo, Franco ya no era rival para su hijo. Necesitaban un profesor. Por recomendación lo llevaron al “Club 64” (Buenos Aires 729), donde conoció a su primer profesor, Domingo Brito, a quien impresionó el interés y la serenidad de Lautaro. “Con siete años, mostraba un nivel de 11. Comprendía bien el juego. Durante un año y medio le enseñé los fundamentos y ya el año pasado subió a un nivel intermedio, con profesores más avanzados”, cuenta Domingo, cuya experiencia como psicólogo en el campo del aprendizaje de chicos le permite avizorar: “por las condiciones que tiene, y si mantiene su progreso, es probable que Lauti pegue un salto entre los 12 y 13 años, ya para jugar a un nivel superior”.

Talento en progreso

El nombre de Lautaro Leonel Ademar Rojas figura en una pila de diplomas y distinciones que fue cosechando en diferentes torneos a lo largo de estos casi dos años, y que su madre guarda con prolijidad. Entre ellos, está el primero, ese que ganó en Tafí Viejo el 16 de marzo de 2019. “Estaba muy feliz, porque me divertí. A los torneos no voy para ganar trofeos, sino para pasarla bien y aprender. Si gano, bien; si pierdo, me queda la experiencia”, rescata Lautaro, hoy de nueve años. Desenvuelto sobre el tablero, le cuesta abrirse en el diálogo, pero demuestra una claridad sorprendente en la brevedad de sus palabras. Habla de sacrificios de caballos y de ataques con la naturalidad con la que la mayoría de los niños habla de superhéroes.

Roxana confiesa que ella se pone mucho más nerviosa que su hijo. “No se vuelve loco si gana o si pierde. A veces lo felicito porque va ganando y él me dice que no hay que festejar antes de tiempo. Y si perdió algún partido que pensé que iba a ganar, me dice bueno, no soy Bobby Fischer, puedo perder también”. Sí, Lautaro conoce perfectamente quién era Bobby Fischer y también Roberto Grau, el “padre del ajedrez argentino”, cuyo libro inicial le sirve para progresar. Por supuesto, también vio “Gambito de Dama”, la serie furor de Netflix que reavivó el interés por el ajedrez.

A lo largo de 2020, Lautaro compitió y logró primeros, segundos y terceros puestos en muchos torneos de Río Negro, Corrientes, Córdoba y otras provincias. Lo hizo en forma virtual, en parte por los impedimentos para viajar propios de la pandemia, y también por motivos económicos: los gastos de traslado y estadía deben ser costeados por su familia. “Lo invitan a participar en torneos de todos lados, y a él le gustaría ir, pero es imposible que podamos pagar eso. Es pasaje para él y para quien lo acompañe. Por eso, nos interesa que ‘Lauti’ pueda conseguir apoyo para poder participar en diferentes torneos. Hay torneos casi todos los meses, pero con que pueda viajar tres veces en el año, sería fantástico. Nos interesa poder costear el pasaje nada más, con la comida o la estadía nos arreglamos. Si lo tenemos que esperar en la terminal hasta que vaya y juegue, lo hacemos”, pide Roxana, con el pecho inflado de orgullo.

Torneos

Este fin de semana, Lautaro competirá en Rosario de la Frontera. También fue invitado a un torneo en La Rioja, en marzo, y su familia busca apoyo para que pueda viajar. El número de contacto es 3813317228.

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