16 Febrero 2021
“Tenía su calenturita, como todos”.- “Era muy buen compañero; compartía un partido de fútbol y éramos iguales”, cuenta “Toti” Arias. “Eso sí, tenía su calenturita también, como todos; no le gustaba perder así que uno, para evitar un roce u algo así, siempre trataba de buscar ser compañero de él; y bueno, pero qué pasa, que cuando jugaba de compañero él las quería todas; no nos dejaba jugar y ‘¡Dámela a mí! ¡Dámela a mí!”
Cintura política.- “Lo vi hace cuatro años en un cumpleaños y luego acá en La Rosadita le llevé amigos de Córdoba para presentarlo”, cuenta Patricia Olivera (foto), dueña del local de artículos regionales “El Caudillo” y seguidora de Menem. “Él se acordaba el nombre de cada persona que conoció. Además, se ponía a la altura de cualquier persona; te tomaba la mano y sentías como una energía suavecita, una paz te transmitía… Tenía una cintura política con todo el mundo: tomó té con la reina de Inglaterra cuando hacía pocos años nos habíamos agarrado a tiros”.
Gatti, Alain Delon.- Como presidente tuvo paseos diferentes por Anillaco, dice “Toti”. “Y venía con gente amiga que él tenía en el deporte. Venía con Gatti, todos esos jugadores de antes, traía tres o cuatro de esos y uno los conocía. Y traía actores. A Alain Delon. Y andaba con ellos por la calle y ahí uno los conocía”. Eso sí -dice-, siempre era humilde, “más que todo con la gente mayor que él, y siempre se acordaba con los apodos: ‘el Gaucho’, ‘el Chilicote’; él era uno más. Ya no queda gente de la edad de él”.
Los empleos de Anillaco.- Anillaco tiene una bodega (San Huberto) y una fábrica de ropa industrial; un colegio secundario, una escuela primaria, un hospital “y planes sociales como en el resto del país”, dice Olivera. La bodega ocupa mucha gente. Los cultivos privados de nueces y olivos, en cambio, no generan demasiado empleo.
Lo más popular
