Dos funciones a sala llena, que por el distanciamiento equivalen a una sala “normal” completa, lo esperan hoy a Rodrigo Tapari en el teatro Mercedes Sosa. El cantante, estrella de la movida tropical, ofrecerá con su numerosa banda un show parecido al que brindó hace más de un año en el Gran Rex, aunque sin el segmento de canciones cristianas con coro gospel que presentó al inicio. “En esta ocasión por cuestiones de protocolos eso no se puede hacer. Pero el show de cumbias sí es el mismo. Hemos agregado canciones nuevas y mi primera balada: ‘Fue culpa de los dos’. Nos sentimos bendecidos y privilegiados de poder estar trabajando en este tiempo tan difícil”, afirmó en diálogo con LA GACETA.
Consolidado en la fe cristiana que hace algunos años lo ayudó a superar la adicción al alcohol, Tapari vive una etapa profesional y familiar inmejorable. Mientras espera su segundo hijo, está reiniciando las actuaciones en vivo.
- ¿Cuántos músicos te acompañan?
- Contándome a mí, somos doce músicos en escena, mas el staff de asistente, sonidista, manager, representante... mucha gente. Tuvimos que soportar las perdidas que significó suspender las presentaciones que teníamos programadas en 2020. Teníamos agenda completa de trabajo para todo el año.
- ¿La cuarentena te dejó algo positivo?
- Sí. Este paréntesis me sirvió para estar en casa, componer y además me permitió participar en el Cantando. A raíz de ese programa también se me abrieron muchas puertas, me ayudó a crecer en popularidad y sumé una franja de público que antes no tenía. Gente que normalmente no participa de la movida tropical, que no va a bailar.
- ¿Qué temas nuevos vas a presentar en tu show?
- Uno de los temas nuevos que voy a presentar es “Dame tu mano”, una historia de amor que nació en pandemia, sobre un enamorado que quiere volver. También vamos a hacer algunos covers nuevos. En mi disco la mayoría de los temas son míos, pero también hago versiones de otros autores, como “Esa malvada” o “Nunca me faltes”, y ahora estamos haciendo una canción que me llegó a través de Monona, la cocinera de Diego Maradona. Es una canción del grupo mexicano Los Angeles de Charly que él escuchaba siempre: “Que levante la mano”. Desde que nos enteramos que él alegraba sus días cada mañana cantando ese tema, lo empezamos a hacer, en honor a él y lo sumamos a nuestro nuevo repertorio.
- ¿Se agranda la familia?
- Con mi esposa y representante, Antonella, estamos esperando nuestro segundo bebé. La primera, Luciana, ya tiene trece años, así que es como empezar otra vez de cero. Este nuevo hijo nos sorprendió a toda la familia porque llegó en el momento en que uno menos lo esperaba y nos alegró. Nos dio la fuerza y el amor que uno necesita para seguir adelante. Un gran incentivo.
- ¿Dónde aprendiste a cantar?
- En la cuarentena empecé a estudiar técnicas de canto, a mis 37 años, pero yo canto desde que tengo uso de razón. Ahora estoy aprendiendo a hacerlo de manera más profesional, sin agotar la voz ni correr el riesgo de lastimar las cuerdas vocales.
- Aquí tienes muchos fans...
- En Tucumán, en mi etapa solista hice un récord de treinta shows en un fin de semana, en bailes de carnaval, y es la cuarta o quinta vez que hacemos el teatro Mercedes Sosa. Fue todo un desafío, pero desde el comienzo logré llenarlo y eso fue una caricia para mí en momentos en que iniciaba mi carrera solista, lleno de incertidumbre. Esa respuesta de público la sigo teniendo hoy.
- ¿Es muy distinto ser solista?
- Sí. Cuando uno es parte de un grupo, hay que consensuar las decisiones. En cambio, como solista puedo hacer todo como a mí me gusta, desde la foto del disco o los diseños del vestuario, sin tener que estar debatiendo tanto. Puedo tomar decisiones como la de ir a Japón con toda la banda, que requirió una gran inversión. Por otro lado, para mi esposa y yo es una responsabilidad muy grande el estar a cargo de casi veinte familias.