Por Paula Barbaran
14 Febrero 2021
FERIA DEL LIBRO. Su cancelación en 2020 fue un mazazo a la industria. reuters
“Argentina es el país de Latinoamérica que cuenta con más lectores”, afirman las autoridades de la Cámara Argentina del Libro. Lejos y detrás le siguen en ese ranking Uruguay, Chile, México y Colombia. Además, Buenos Aires se consolidó desde hace tiempo como la ciudad con mayor cantidad de librerías por persona del mundo. A pesar de esos datos esperanzadores, el problema es el consumo.
“Queremos que nuestro país empiece a caminar y la gente pueda tener un sobrante en su bolsillo para poder comprar libros”, sostuvo tajante el presidente de la Cámara, Martín Gremmeslpacher, a LA GACETA. La industria del libro mueve en nuestro país cerca miles de millones de pesos y trabajan en ella 10.000 personas -entre puestos directos e indirectos-.
- ¿Cómo le fue a la industria del libro en 2020?
- En abril pasado hubo una caída casi total de las ventas. A partir de mayo/junio se levantaron un poco las restricciones y de a poco se fueron vendiendo libros. Finalizamos diciembre con una caída en las ventas de entre el 35% y el 40% con respecto a 2019.
- ¿Y en el caso de las librerías cómo respondieron?
- Hay que diferenciar las librerías de las editoriales. Las librerías chicas fueron las grandes ganadoras de 2020, se movilizaron mucho, siguieron trabajando y se adaptaron rápidamente a los cambios haciendo delivery. Pero muchas otras no pudieron vender, por ejemplo porque sus locales estaban en centros comerciales y todavía no los habían habilitado. Hoy en día las librerías tal vez estén vendiendo un 75% o un 85% menos, pero las editoriales estamos mucho más complicadas porque hay un serio problema que es en el poder adquisitivo de la gente, no recuperaron su salario y eso afecta a la compra de libros.
- ¿Cuál era la situación de la industria en estos últimos años?
- Tuvimos una caída muy fuerte en el Gobierno anterior y cuando llegó la pandemia ya nos hizo mucho mal. El año pasado perdimos mucho, especialmente con la falta de la Feria del Libro, porque para las editoriales representa un mes de facturación. Las editoriales arrancamos el año con la Feria del Libro y, al no tenerla, se cayeron las novedades, reimpresiones, además de que nos permite palpar hacia dónde va el consumo, qué busca la gente. Las editoriales no estamos en contacto con el público y ese era nuestro lugar. Tenemos la esperanza de que en los próximos meses haya mayor cantidad de vacunas, estemos inmunizados y podamos hacer la Feria.
- ¿Cómo vislumbran este año que está recién empezando?
- Nuestro gran problema es el consumo. Queremos que nuestro país empiece a caminar y la gente pueda tener un sobrante en su bolsillo para ir a comprar libros. Los argentinos son muy buenos lectores, los más grandes de Latinoamérica, y queremos que siga siendo así.
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