Los sindicatos ponen condicionamientos al ciclo lectivo

Son numerosas las inquietudes que manifiestan los sindicatos docentes ante el reinicio de las clases, sean de la modalidad que sean. En concreto, el anunciado regreso parcial a las aulas genera dos grandes cuestionamientos por parte de los representantes del Frente Gremial Docente (FGD): las escuelas deben ser reacondicionadas para cumplir con los protocolos anticovid y debe haber pronto una recomposición salarial “satisfactoria”. Así, los consultados por LA GACETA desestiman que sea factible en un plazo inmediato la reincorporación de los educadores a los establecimientos escolares.

Ese retorno, que estaba previsto para la semana pasada según el calendario oficial de 2020, fue suspendido por una resolución del Ministerio de Educación y aún se desconoce su reprogramación (ver aparte). David Toledo, secretario general de la Agremiación Tucumana de Educadores Provinciales (ATEP), dijo que la decisión fue tomada en el marco de las negociaciones paritarias en curso. “Dejamos asentado que ningún docente, auxiliar, maestranza o administrativo irá a las escuelas si no están dadas las condiciones edilicias para la seguridad de la comunidad educativa”, expresó el sindicalista.

Toledo especificó que el tema está en charla con las autoridades de los ministerios de Educación, Economía y Gobierno. En esas reuniones también se discute otro de los temas espinosos que dificulta el inicio del ciclo lectivo 2021 para el 1 de marzo: la recomposición salarial. “No habrá ningún retorno a las actividades, virtual ni presencial, si no hay un acuerdo favorable a ambas demandas”, advirtió el referente de ATEP. Además, recordó que aún está pendiente la resolución de reclamos de 2019 y 2020 para recién avanzar con los haberes de este año.

Consultado sobre las implicancias de que aún no exista un calendario escolar definido y la posibilidad de que ello recargue las tareas docentes en un futuro, Toledo fue tajante: “vamos a dejar en claro que deben respetarse las condiciones de trabajo. Ya con la pandemia muchos compañeros se vieron sobrepasados y debemos evitar que eso se repita de nuevo”.

En similar sintonía se posicionó Edgardo Bessone, secretario general de la Asociación del Magisterio de Enseñanza Técnica (AMET) -también integrante del FGD-. “El calendario no se puede superponer y recargar a los docentes. Los chicos ya han perdido un año de presencialidad, no por capricho nuestro, así que podremos acomodar unas semanas más sin clases hasta que se cumplan nuestras condiciones”, señaló.

“Llevamos un año sin poder cerrar acuerdos salariales. No vamos a aceptar cifras ‘en negro’; queremos que todo se incorpore al básico. Nosotros, los verdaderos representantes institucionales, luchamos por 20 años para recomponer la pirámide salarial. Ese es el primer punto y también ver en qué escuelas se puede volver a la presencialidad y cuáles no”, añadió Bessone.

La situación de los profesionales que trabajan en colegios particulares es singular. Bernardo Beltrán, titular del Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop), explicó que están supeditados a lo que resuelva el Gobierno con el FGD, del que no forman parte. “Nuestra posición es que es necesario el regreso gradual a la presencialidad con los cuidados pertinentes”, aclaró. Además, denunció que la falta de definición oficial ha causado “tensiones” entre los docentes y los empleadores “que presionan por el pronto retorno de las clases debido a las matrículas”. Así, alertó que ya existe una “rebelión de propietarios” de colegios.