14 Febrero 2021
En el entramado de las 13 Facultades de la UNT, la novedad es el regreso de Mercedes Leal al Decanato de Filosofía y Letras. El cargo había quedado en manos del vice, Santiago Bliss, mientras ella aceptó desempeñar una misión bajo el paraguas del Ministerio de Educación de la Nación: la conducción del Instituto Nacional de Formación Docente (Infod). Leal destaca que le puso fin a esa gestión de común acuerdo y en los mejores términos, decidida a retomar la vida universitaria en un tiempo colmado de desafíos y al mando de una de las unidades académicas más complejas de la UNT. Su análisis abarca la organización del año lectivo, los objetivos fijados por la Facultad y su labor en el Infod. De paso, habló del futuro de la UNT y de la visión del espacio político que integra, a más de un año de la renovación del Rectorado.
- ¿Cómo organizan los primeros turnos de exámenes del año?
- Las mesas de febrero y de marzo serán virtuales. Más adelante estudiaremos la posibilidad de presencialidad con las cátedras que lo requieran. Tenemos que llegar a acuerdos, esta es una Facultad con nueve carreras y 10.000 alumnos, la organización es compleja. Pero para nosotros lo primordial es mantener las políticas de cuidado.
- Entonces las clases se iniciarán desde la virtualidad...
- Sí, y en el primer cuatrimestre se mantendrán virtuales. El eje y el foco de Filosofía y Letras es la enseñanza, por eso trabajamos en la implementación de una plataforma propia de la Facultad, que no tenga costos. Implementamos también un convenio con Ciencias Exactas para el desarrollo de un centro de tecnología y educación a distancia, con una capacitación para construir aulas virtuales. Nos ocupamos también del acompañamiento de las trayectorias y con la colaboración del Instituto de Orientación Vocacional y Educativa se logró mantener la continuidad de muchos estudiantes que tienen problemas para acceder a lo digital.
- ¿Cómo se implementará la apertura de la Facultad?
- Vamos hacia una apertura progresiva, de acuerdo con las necesidades de cátedras y departamentos. La idea es que los institutos y docentes puedan seguir trabajando por medio de videoconferencias, siempre con la decisión de no exponer a la Facultad a un riesgo sanitario. No estamos en condiciones de abrir por completo las puertas, creo que la tónica general que debe tener la Facultad es de tranquilidad y contención, brindándoles a los docentes el poder de decisión junto a sus respectivos departamentos.
- ¿Y en cuanto al funcionamiento administrativo?
- Los no docentes aportaron un proyecto de circuito administrativo virtual que va a permitir iniciar los expedientes, hasta que se tome la decisión de volver a atender al público. Todo lo referido a búsqueda de títulos, colaciones de grado e inscripciones sigue funcionando.
- La cuestión de la infraestructura siempre fue complicada para Filosofía y Letras. ¿Qué iniciativas tienen en ese sentido?
- Durante el año pasado aprovechamos para poner en condiciones distintos ámbitos. Una de las prioridades es arreglar los techos, porque el edificio es antiguo y ahí aparece un problema serio. Lo que tenemos es un master plan ambicioso, para la apertura de pasillos que permitirán conectar espacios y anfiteatros, eso dependerá del financiamiento.
- ¿Por dónde sigue la ampliación de la oferta académica?
- Se está finalizando el proceso de acreditación de cuatro carreras: Maestría en Retórica; Especialización en Estudios de Mujeres y Géneros; Especialización en Culturas del NOA; y Doctorado en Estudios Sociales y Políticos Regionales. Este último es un proyecto entre cuatro universidades: Tucumán, Santiago del Estero, Catamarca y La Rioja. Otro desafío es la celebración de los 100 del nacimiento de Paulo Freire. Esperamos poder organizar un congreso en septiembre, con el objetivo de reivindicar su perspectiva pedagógica.
- ¿Qué balance realiza de su gestión al frente del Infod? ¿Cumplió los objetivos que se había fijado?
- Fue una experiencia enorme y un desafío muy grande que me hayan convocado para sumarme a este proyecto por la educación nacional. El objetivo fue restituir el sentido originario del Infod, que atiende desde hace años la formación inicial y continua de los docentes a través de los 1.300 centros distribuidos por el país. El Infod resultó muy afectado por el macrismo, porque se despidieron equipos y se afectaron líneas de trabajo. Por eso nos ocupamos de volver a sostener una política de formación gratuita universal, de capacitación, de proyectos, de postítulos y diplomaturas. Le imprimimos un sello federal, trabajando articuladamente con las provincias. Quedó claro que aún con una pandemia todo se puede hacer.
- ¿Y por qué acordó su salida tan pronto?
- Cuando me convocaron el ministro Nicolás Trotta y el gobernador les expliqué que mi proyecto académico es en la UNT, eso se entendió desde el primer momento. El Infod requiere mucha presencialidad y me exigía viajar continuamente a Buenos Aires, así que decidí adelantar mi regreso a la Facultad. Me pareció oportuno iniciar este año nuevamente al frente del Decanato. Además la pandemia no se terminó y es un momento en el que hay que atender los problemas académicos, a los estudiantes, e invertir tiempo para lograr consensos.
- ¿Es un regreso ligado a lo electoral en la Universidad? Las elecciones son en 2022.
- No lo asumo como algo personal, formo parte de un espacio que quiere una universidad pública y gratuita, un proyecto inclusivo, en el que se mantenga el ingreso irrestricto. Hay que repensar la autonomía universitaria de forma responsable y responsiva, hacernos cargo de lo que nos toca. Con todas estas ideas formo parte desde hace 40 años de la UNT.
- Son tiempos de muchos debates...
- Tucumán necesita mucho de la universidad pública. Hay que pensar en transformaciones, por ejemplo desde una concepción distinta del feminismo, ver el tema de la paridad de género. Me pasa que en numerosas actividades me veo siendo la única mujer. Hay mucho por hacer.
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