Alrededor de 22.000 asalariados tucumanos, públicos y privados, deberán pagar el impuesto a las Ganancias, en caso de aprobarse el proyecto de ley que presentó Sergio Massa, presidente de la Cámara de Diputados, para elevar el piso del impuesto a $ 150.000 sobre el salario bruto (antes de los descuentos jubilatorios). Con esta medida, unos 45.000 trabajadores dejarían de pagar el tributo, según estimaciones públicas y privadas. El objetivo del proyecto es aliviar la carga tributaria que pesa sobre la clase media y eximir a 1,2 millón de trabajadores y jubilados del pago.
En la provincia, se estima que la ley impactaría en una gran masa del sector trabajador y dejarían de contribuir con el pago de ese impuesto el 71% de los asalariados del sector privado que hoy deben abonarlo. La contadora María Laura Colque, socia de la consultora Escencial, indicó que en Tucumán hay 42.000 trabajadores del sector privado que pagan ese impuesto, pero de aprobarse la ley quedarían desafectados del pago unos 30.000 trabajadores, por lo que sólo alcanzaría a poco más de 12.000 asalariados.
El sector público, por su parte, cuenta con 110.000 empleados, de los cuales unos 25.000 pagan ganancias. En caso de aprobarse el proyecto de Massa, esa cifra se reduciría a sólo 10.000 trabajadores estatales, según estimaciones del Ministerio de Economía de la provincia.
Colque, además, remarcó el impacto que esto significaría en la masa de trabajadores al considerar que, en promedio, que quienes quedarían exentos del tributo se ahorrarían una cifra equivalente a un medio aguinaldo. “Esto representaría un ingreso adicional para las familias de la clase media que quedarían desafectadas de este pago”, afirmó.
Por otro lado, las localidades de la provincia en que tendría mayor efecto son Leales, Burruyacu y Simoca, ya que más del 90% de asalariados que pagan el impuesto dejarían de hacerlo. Mientras, en Yerba Buena ese porcentaje sólo alcanzaría al 55% de los trabajadores que deben pagar el tributo.
El rol de las paritarias
Agustín Zeppa, de la comisión de Impuestos de la Federación Económica de Tucumán (FET), sostuvo también que beneficiaría a una gran masa salarial porque “la mayoría de los sueldos estándar de la provincia están por abajo de los $ 150.000”.
Sin embargo, resaltó que es determinante el rol de las paritarias. “Depende si la sacan antes o después de las paritarias. Calculo que es una forma de buscar que las paritarias no exijan demasiado porque las proyecciones del índice inflacionario son altas y si se desmadra con los sueldos sería peor: un gremio que arregle alto, y los otros tienen ese piso”, dijo.
Respecto del impacto que tendría sobre la recaudación del Estado, en un momento en que el gasto público es elevado, el especialista explicó que, a la larga, este cambio no significaría menores ingresos en las arcas del país. “Generalmente esa masa de asalariados no tiene capacidad de ahorro, entonces lo va a volcar en gasto y ese consumo se traduce en el IVA que cobra el Estado. Por lo tanto aumentaría la recaudación del gobierno en forma indirecta. Produciría un efecto que puede venir muy bien para mover la economía”.