A menos de tres semanas del inicio del ciclo lectivo en Tucumán, nada se sabe en concreto sobre cómo será el regreso de los alumnos y docentes a las aulas. El protocolo sanitario todavía no fue aprobado por el COE, ni se sabe tampoco cuáles son las escuelas que están en condiciones de comenzar la presencialidad, en forma gradual. Ayer se realizó la primera reunión de supervisores convocada por el Ministerio de Educación para evaluar y “planificar” la vuelta y hoy tendrán otra reunión con los directores de nivel, pero al término del encuentro no hubo ninguna información oficial sobre lo resuelto.
“Lo único que se comunicó en la reunión fue que no hay fecha de aprestamiento escolar definida y que se va a evaluar el caso de cada escuela. En la provincia hay 2.500 establecimientos educativos, hay que pensar que analizar una por una va a demorar mucho, sobre todo teniendo en cuenta que la vuelta el 1 de marzo se complica’’, dijo Andrea Miguel, la única supervisora que aceptó dialogar con su nombre y apellido con la prensa .
Las reuniones con los supervisores de hizo por grupos, para evitar aglomeraciones, en la sede del Centro de Innovación Tecnológica (Ciidept).
“Seguimos sin tener datos concretos de cómo será el reinicio de la presencialidad. Preguntamos sobre el protocolo y nos dicen que todavía no está aprobado. Con relación al aprestamiento, que es un dinero que da el gobierno para hacer arreglos en las escuelas, todavía no hay fecha definida y tampoco se resolvió el presupuesto. El año pasado fue de $ 17.000 para cada escuela. Ahora dicen que será un poco más. Hay que tener en cuenta que algunos edificios tienen más de 100 años, y que hoy una lata de pintura cuesta $10.000. En este momento la situación está más difícil porque las escuelas, al no disponer de la poca plata que recibían de las cooperadoras o de los kioscos, se han venido abajo’’, subrayó la docente.
Miguel comparó la situación de las instituciones educativas privadas con las estatales. “Los colegios ya se encuentran trabajando en cuestiones administrativas porque a diferencia de los públicos, los privados realizan inversiones durante todo el año. Incluso en tiempos de pandemia el personal auxiliar siguió concurriendo a los establecimientos para mantener en condiciones los edificios de modo que al momento de retomar el funcionamiento, todo se encuentre igual o mejor de lo que se dejó en su momento”, disparó sin pelos en la lengua.
Situación edilicia
Los supervisores consultados por LA GACETA coinciden en que desde el ministerio se les pidió que informaran la situación de cada escuela a su cargo. “En la Provincia tenemos 47 supervisores de primaria que atienden entre 12 y 14 escuelas cada uno, y en el caso de los secundarios, alrededor, de 50 escuelas por docente, por lo que trazar un sistema particular para cada establecimiento requeriría de mucho tiempo y trabajo para una sola persona a tan pocos días del inicio de clases”, explica Miguel.
“El gobierno es consciente de que no todas las escuelas podrán comenzar el ciclo lectivo en forma presencial porque tienen problemas edilicios. Los más graves son los de baños y provisión de agua. Nos dijeron que las escuelas a medida que vayan solucionando sus inconvenientes se podrán ir sumando. Es decir, que comenzarán sólo las escuelas que estén en condiciones de hacerlo. Nos aseguraron que no se va a presionar para que inicien”, dijo una supervisora que prefiere el anonimato.
La secretaría de Bienestar Educativo se encargará de gestionar los fondos de Nación (unos $2.700 millones) que se destinarán a la reparación de las escuelas públicas. Los directores se tendrán que dirigir allí para realizar sus pedidos, aunque la mayoría ya elevó los informes de las necesidades edilicias el año pasado.
Docentes en riesgo
También se les informó a los supervisores que ya existe un código en el Sesop para poder gestionar las licencias por covid-19. También se podrá pedir un certificado que exima a los docentes con comorbilidades de asistir a las aulas. En ese caso podrán seguir trabajando de forma virtual, como lo venían haciendo.
“No va a haber una sola modalidad de regreso a la presencialidad. Cada escuela va a tener la libertad de pensar cómo podrá volver en función de su realidad. Algunas podrán priorizar un curso, del ciclo básico o del orientado, o a determinados alumnos que por su condición necesiten más que otros la presencialidad”, indicó una fuente.
Sin fecha de regreso
Por resolución ministerial 0014/5 se deja sin efecto la parte del calendario escolar 2020 que se refería al regreso del personal docente, administrativo y auxiliar, que debía empezar a volver esta semana. Pero también quedan en suspenso las fechas de exámenes de previas. Toda esa parte del calendario deberá planificarse nuevamente en vista de que todavía no hay un protocolo sanitario aprobado.
Por esa razón Sadop aclaró a sus afiliados que los docentes sólo podrán aceptar realizar actividades desde la virtualidad. “Ningún trabajador puede ser obligado a presentarse físicamente en su colegio y si es convocado le decimos que se niegue y que denuncie personalmente ante el Sadop”, dice un comunicado del gremio de los docentes privados.
Cobertura de cargos
“También nos prometieron que la Junta de Clasificación estará cubriendo los espacios que faltan para el normal desenvolvimiento de las clases. Tenemos muchos cargos docentes sin cubrir y escuelas sin directores, también falta un cargo de supervisor para escuelas de capital muy numerosas”, confía otra docente.
“Además solicitamos que se realice la cobertura de personal auxiliar para el mantenimiento de las escuelas. Planteamos que queremos personal permanente, no temporario, porque la gente de los planes sociales no tiene pertenencia a la institución ni tampoco constancia. A veces van una semana y no vuelven más”, reclama otra supervisora.
Lo que se sabe hasta ahora de la vuelta a clases es que se va a implementar un sistema mixto, de virtualidad y presencialidad, que los chicos irán tres veces a la semana y que las jornadas escolares serán más cortas.