Una bombera amamantó a su hijo mientras se quemaba el autódromo de Termas

“Es la primera vez que lo dejo”, contó María de los Ángeles Lizárraga. Las llamas del incendio que carbonizó la parte alta del autódromo de Las Termas obligó a la mamá de Benjamín a separarse por primera vez en la corta vida del pequeño que, en este mundo, no está ni hace 60 días. La santiagueña forma parte del cuerpo de Bomberos Voluntarios de la ciudad vecina amamantó a su hijo en una zona segura, cercana adonde ella intentaba apagar las llamas que consumían las estructuras del trazado internacional.

“Yo estaba en mi casa cuando nos convocaron al cuartel. Desde que comenzó la pandemia, hacemos guardia en forma de cápsulas en dos grupos: 15 días uno y otros 15, el restante. Justo le tocaba al mío”, relató la mujer de 38 años a LG Deportiva. Así que Lizárraga, el viernes por la noche, estaba en calma en su hogar. Benjamín podía ponerse inquieto por cualquier motivo, mamá estaba ahí por si acaso. “Dada la magnitud del incendio, se necesitaba mucho personal. Yo fui al cuartel junto con mi marido que es bombero también. Una compañera se ofreció a cuidar mi bebé. Salí en la última dotación”, relató Lizárraga.

No hizo falta que la bombera esté muy cerca del siniestro para darse cuenta que no iba a ser un trabajo de pocas horas. La concentración de María de los Ángeles se distribuía entre cumplir las órdenes de sus superiores para apagar las llamas y la certeza de que Benjamín necesitaría alimento. “Era la 1.30 y mi compañera me empezó a mandar mensajes porque ya se había despertado y quería comer”, explicó.

El operativo de coordinación para el amamantamiento comenzó. El sitio seguro para el encuentro estaba lo más alejado del fuego, en el sector designado para el personal médico apostado por si algún bombero necesitaba asistencia. Allí también estaban estacionadas las ambulancias.

En una de ellas, del lado de la puerta corrediza, la bombera se despojó de la menor cantidad posible de elementos de protección y le dio paso a su rol de madre: Benjamín tomó la teta de su mamá que no se sacó el casco y se alimentó. La foto se viralizó (https://www.linkedin.com/pulse/mujeres-que-braman-como-el-fuego-victoria-lascano) por las redes sociales y conmovió. “Pedí permiso y en 20 minutos le di el pecho. Yo seguí trabajando hasta las 4 de la mañana y a él se lo llevaron al cuartel”, detalló la estudiante de Psicología en la Universidad Nacional de Tucumán (UNT).

“Es la realidad que tenemos las mujeres que somos bomberas y madres a la vez. Además de venir al cuartel y apagar incendios, también tenemos en casa o en el cuartel a alguien que está esperando a que vuelvas. No dejás de ser bombera, ni tampoco madre en ningún momento”, explicó Lizárraga que se sorprendió por la repercusión que hubo.

Su marido, Alfredo García, es el subcomandante del cuerpo de Bomberos Voluntarios y está en sintonía con la sorpresa de su esposa. Él es el mismo que hace pocas horas a LG Deportiva le dio todos los detalles de las tareas que realizaron, aunque nunca reparó en destacar lo que provocó María de los Ángeles y su hijo. Dio los motivos y no a modo de excusa. “Lo hablamos en el cuartel: no le dimos quizás relevancia porque tenemos muchas compañeras que son mamás. Tener este tipo de situaciones, sucedieron muchas veces y suceden en muchos cuarteles del país. En los incendios que se están produciendo en El Bolsón pasa lo mismo”, advirtió García que además tiene en su dotación a Camila, de 20 años, su hija de un matrimonio anterior.

“En esa foto se resume lo que es la vocación de servicio de los Bomberos Voluntarios. El compromiso con el trabajo que desarrollamos y el riesgo que implica, sin descuidar la familia que es el pilar fundamental que sostiene nuestra actividad”, reflexionó García.

Reapertura

“Después de semejante siniestro logramos estar listos para la reapertura con todas las ganas para seguir recibiendo a turistas de todo el país”, es lo que se puede leer en el Facebook del Museo del Automóvil. El edificio, que no fue afectado por las llamas, abrirá hoy a las 9.