Frente a los grandes desafíos que presenta la distribución de la vacunas contra el coronavirus alrededor del mundo, la Federación Internacional de Sociedad de la Cruz Roja (IFRC, por sus siglas en inglés) lanzó un plan para ayudar a inocular a 500 millones de las personas más vulnerables en todo el mundo.
La entidad fijó esa cifra en base a un dato demoledor: solo el 0,1% de las dosis se ha administrado en los países más pobres.
"La distribución equitativa de las vacunas COVID-19 es más que un imperativo moral: es clave para resolver la emergencia de salud pública más urgente de nuestro tiempo", reza el mensaje que la organización publicó junto al informe en las redes sociales.
Al respecto, el secretario general de la IFRC, Jagan Chapagain, consideró: "Esto es alarmante porque es injusto y puede prolongar o incluso agravar esta terrible pandemia. Déjame ser claro: en la carrera para poner fin a esta pandemia, todos remamos en el mismo bote. No podemos sacrificar a quienes corren mayor riesgo en algunos países para que los que corren menor riesgo puedan vacunarse en otros".
La entidad prevé donar U$S 111 millones para activar el proyecto que además incluye campañas para promover la confianza en las vacunas y distintos esquemas de soporte en las áreas de planificación e implementación de los planes de vacunación que ya han iniciado los gobiernos parte.
"La igualdad no ocurre por casualidad. La historia del mundo nos dice eso. Claramente, eso también es cierto para la distribución de vacunas. Debe diseñarse y planificarse desde el principio. Nuestro plan consiste en asegurarnos de que esas vacunas salgan de las capitales y lleguen a los brazos de personas y comunidades vulnerables, en riesgo y aisladas", agregó el comunicado del ejecutivo de la IFRC.