08 Febrero 2021
El pasado viernes por la noche un feroz incendio destruyó parte de las instalaciones del autódromo internacional de Termas del Río Hondo. Para lograr sofocarlo, se requirió el trabajo de al menos 100 bomberos, muchos de ellos resultaron heridos y algunos sufrieron principio de asfixia.
Una de las trabajadoras que cumplió funciones ese día fue María Lizárraga, una bombera voluntaria que se encontraba cuidando a su pequeño hijo, Benjamín, cuando recibió la alerta para asistir al cuartel. Ante la emergencia, y esperando que la tarea no le significara demasiado tiempo, decidió llevar al bebé con ella.
"Nunca imaginábamos que fuera de tanta magnitud, yo fui al cuartel para ver en qué podía ayudar. Teniendo un bebé tan chiquito, no pensaba ir al incendio. Cuando llegué al lugar me di cuenta de que no iba a tardar ni un minuto, ni quince ni veinte sino muchas horas", contó la bombera en diálogo con Cadena 3.
En medio de la agitación por la magnitud de las llamas, otro bombero le avisó a Lizárraga que su bebé aparentemente tenía hambre, por lo que la joven le pidió a sus compañeros un momento para poder amamantar a Benjamín.
“Después se lo llevaron al cuartel y yo seguí trabajando un tirón más hasta las 4 de la mañana”, comentó.
El hecho se viralizó rápidamente en las redes sociales. Un usuario de Facebook, Guido Buabud, compartió la imagen con una reflexión. "Cuando escuchas o lees que los Bomberos dejan el alma en cada siniestro, te puedo asegurar que es así. Abnegación, sacrificio y desinterés para salvar vidas".
"Gestos enormes que reflejan la vocación de servicio, pasión, solidaridad, compromiso y amor". Y agregó: "Motivos para creer que otra humanidad es posible".
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Termas de Río Hondo
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