"Te dejaron solo, Santiago”

“Estoy loco hermano, pero ya levanto este barco”, fueron unas de las últimas palabras que Santiago “Morro” García le dirigió a Jaime Ayoví, como respuesta a la pregunta del delantero ecuatoriano sobre su ausencia en Godoy Cruz en la pasada Copa Diego Maradona.

El delantero uruguayo fue hallado sin vida en su departamento, ayer a las 12.30. La primera hipótesis es que se trató de un suicidio, ya que al lado del cuerpo se encontró un arma de fuego. La vida de “Morro”, que encontró su punto final, tuvo muchísimas situaciones que lo llevaron a estar bajo tratamiento psiquiátrico por depresión. La cuarentena lo separó de su hija, que vive en Uruguay. Su flojo rendimiento en el campo de juego, sumado a su sobrepeso, llevó a la dirigencia del “Tomba” a tomar la decisión de separarlo del plantel y considerarlo prescindible. Estaba entrenándose solo porque se recuperaba de covid-19.

“Necesitamos líderes positivos, el ciclo de Santiago García en el club está terminado. Tuvimos problemas complejos y no los pudimos resolver, ahora lo vamos a resolver”, fueron las fuertes declaraciones de José Mansur, presidente de Godoy Cruz, en diciembre.

“Lo que sucedió es un claro ejemplo de que cuando los clubes o instituciones se preocupan más por los resultados, se deja de lado lo más importante: la persona que hay detrás de cada jugador”, explicó a LG Deportiva el psicólogo clínico especializado en deportes, Eduardo Paliza. La salud mental es un tema delicado que no siempre tiene la atención que requiere por la seriedad de la problemática, y mucho menos cuando se trata de personajes reconocidos, a los que el común de las personas tiene como seres superiores que no tienen que lidiar con conflictos familiares. “Los jugadores no somos robots, no somos de acero. Tuve varios problemas personales que fueron influyendo en mi rendimiento y no fue fácil”, fue uno de los tantos pedidos de auxilio que el jugador, en junio de 2019 hizo públicos. Nadie lo escuchó.

“Si Santiago estaba con un tratamiento psiquiátrico era evidente que desde la parte psicológica no estaba en un estado óptimo para tolerar las presiones externas, por ende con capacidad de hacerle frente a las exigencias”, analizó Paliza.

El mundo del fútbol profesional está lleno de presiones. Con jugadores que en la mayoría de los casos, de jóvenes, sufren el destierro y se acostumbran a vivir una vida en hoteles, concentraciones y entrenamientos. El que levantó bandera e invitó a la reflexión fue Fernando Signorini. “Algún día tendremos que hacernos cargo de este ambiente tóxico y nefasto que hemos sabido construir. Público, periodistas, dirigentes, agentes, DT, profesores y también futbolistas; educar y preparar futbolistas para la vida, no para el domingo o para la tapa del lunes”, dijo el preparador físico de la Selección en los mundiales 1986, 1990 y 1994. “Te dejaron solo, Santiago. Solo espero que sea tu paz”, posteó en sus redes sociales Ramón “Wanchope” Ábila.

El fútbol argentino llora la partida del “Morro”, que supo llenar de alegría a su público con sus goles y ocurrencias. (Producción periodística de Daniel Coronel y Gonzalo Cabrera)