Un miembro del equipo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que visita la ciudad central china de Wuhan afirmó que le sorprendió la complejidad de llegar a los orígenes de la pandemia de covid-19 y que la investigación llevará algunos años.
Dominic Dwyer, microbiólogo y experto en enfermedades infecciosas, señaló que el equipo de Wuhan había recibido el acceso que había solicitado a las autoridades chinas para intentar comprender los primeros días del brote del nuevo coronavirus, identificado por primera vez en Wuhan. “Todo el mundo sabe cómo explotó en el mercado de Huanan, en Wuhan, pero la clave está en lo que ocurría en esa época y antes”, dijo Dwyer. El origen del virus se politizó tras las acusaciones de que China no fue transparente en su gestión inicial del brote. Pekín impulsó la idea de que podría haberse originado en otro lugar. “Sería ingenuo pensar que vamos a tener el virus cero”, comentó Dwyer.
Los primeros casos se identificaron en noviembre, “pero la parte previa es la más interesante y la más complicada”. Dwyer se hizo eco de su compañero Peter Daszak, zoólogo y experto en enfermedades animales, en su énfasis en la dificultad de entender la enfermedad. “Incluso del SARS, incluso del Ébola, tenemos algunas buenas ideas, pero nadie lo sabe”, remarcó Daszak y agregó que “del VIH no conocemos las circunstancias exactas”. Los investigadores visitaron hospitales, centros de investigación y el mercado de mariscos donde se identificó el primer brote, pero sus contactos en Wuhan se limitan a visitas organizadas por sus anfitriones chinos. Dwyer detalló que el equipo había terminado sus visitas al lugar y se estaba preparando para presentar sus conclusiones de la manera más clara posible, dado el gran interés. Además, añadió que había que seguir investigando cómo el virus pudo transmitirse por animales, incluidos los murciélagos, así como los anticuerpos contra el coronavirus en personas que no mostraban síntomas de la enfermedad.