Por Santiago Re
05 Febrero 2021
POR AGUA Y TIERRA. La Policía Lacustre recorre los ríos y lagos, el CERO se especializa en los rescates en el cerro.
“En 2020 hemos tenido varias intervenciones de este tipo y a esta altura del año podemos decir que este verano ya superamos la cantidad de rescates del año pasado aunque tampoco hablamos de un incremento considerable todavía. Se nota más presencia de personas en los senderos y tiene que ver con que la gente estuvo encerrada todo el año por la pandemia y ahora aprovecha para hacer deporte”, dijo Franco Mariano Domínguez, jefe del Cuerpo Especial de Rescates y Operaciones (Cero), área policial que se ocupa, entre otras tareas, de los rescates a las personas que se extravían en el cerro.
“Por naturaleza, el rescate es nuestra especialidad; por operaciones nos referimos a situaciones más complejas, donde la Policía o los grupos de emergencia pueden verse superados, como una toma de rehenes por ejemplo; para situaciones así el CERO prepara a francotiradores, negociadores y demás. Hablamos de efectivos a los que se los capacita en distintas provincias del país para especializarlos en múltiples áreas. Es una unidad que requiere una ardua preparación física y psicológica”, explicó el uniformado.
Las intervenciones
En total, desde que comenzó el verano, el CERO tuvo 15 intervenciones por personas extraviadas en los cerros. Cinco de esos procedimientos implicaron rescates activos de deportistas que, en algunos casos, terminaron lesionados.
Según explicó Domínguez, enero es el mes en que la gente más se aventura a este tipo de actividades. “Muchos se largan sin conocer el terreno, sin un guía que los acompañe si se trata de principiantes. No llevan elementos que son vitales, como una mochila con agua, comida, gasa y algún desinfectante para heridas”, enumeró.
“Algo que es simple y no cuesta nada es dar aviso a la comisaría del lugar que van a salir a transitar determinado sendero. Por ejemplo, si van a Aguas Chiquitas, pueden dejar un teléfono en la comisaría de El Cadillal y dejar un tiempo estimado de regreso. Esas referencias son fundamentales para los grupos de búsqueda”, argumentó el jefe de unidad, que agregó que suelen ser alertados de los extravíos recién a las 19 o 20 horas, cuando la luz ya escasea. Domínguez incluso resaltó que a veces es complicado encontrar referencias en el terreno y que el factor climático es muy importante también. “Hay que ser consciente y no salir cuando hay alerta meteorológico, con la lluvia los ríos en el cerro crecen rápido”, añadió.
“Hay personas que no están preparadas físicamente para estas aventuras. Muchas veces se lesionan o se deshidratan. A veces tienen que pasar la noche en el lugar y otras veces se ha utilizado sogas, poleas y camillas para rescatarlos de zonas profundas”, describió el policía sobre algunas situaciones que vivió con los grupos que comandó en conjunto con el jefe segundo del CERO, Alejandro Reyna. “Si uno se pierde, es aconsejable que busque un lugar seguro, preferentemente alto, y que espere allí. Pernoctar si es necesario, porque si uno no conoce puede terminar adentrándose más en el cerro”, agregó.
Las búsquedas no siempre son iguales, por ello es importante prevenir y tratar de dejar aviso a alguien que pueda avisar lo antes posible a los rescatistas ante cualquier percance. “Cuando tenemos algún indicio se inicia la búsqueda inmediatamente, incluso en la oscuridad de la noche. De lo contrario hay que organizar un rastrillaje y eso lleva un poco más de tiempo. En esos casos ya se llama a otras divisiones especializadas como la Caballería, Lacustre, la Motorizada y los perros de búsqueda”, informó el encargado del CERO. Las sirenas de las patrullas se vuelven fundamentales para servir de guía a los extraviados; con ellas pueden orientarse y acercarse más a los rescatistas.
Temen lo peor
Martín Merino es uno de los deportistas más experimentados en trekking y desde hace un tiempo decidió compartir esa experiencia en sus redes sociales mediante consejos y recomendaciones para quienes comienzan a dar los primeros pasos en el senderismo, o bien sólo buscan pasar un fin de semana diferente.
“Hoy Aguas Chiquitas es el mayor problema, porque es uno de los lugares más difundidos turísticamente, algo que está bien, pero no se avisa sobre las condiciones que conlleva: hablamos de un sendero escarpado al extremo y requiere de muchas precauciones. Para hacerlo de forma segura hay que llevar sogas, pero muy pocos lo hacen, por eso se ven muchas fracturas”, argumentó el deportista.
Al inicio del sendero hay carteles con advertencias sobre los riesgos de la aventura, sin embargo eso no parece ser suficiente para muchos tucumanos. “He visto gente que ha pretendido hacer ese circuito llevando bebés en los brazos, conservadoras y hasta parrillas. En la última incursión, con mi grupo terminamos asistiendo a tres personas de grupos diferentes”, contó Merino. “Hay que ser conscientes de que esta actividad requiere de estado físico; de lo contrario puede ser muy peligroso. Es muy común ver personas deshidratadas pero además se puede sufrir un paro cardíaco”, agregó.
“Muchos tucumanos acostumbrados a la playa hoy se volcaron a esta actividad. Descubren que hay una cascada en algún lugar y concurren como una opción en las vacaciones pero lo hacen sin interiorizarse en el tema ni evaluar los riesgos. Esto nos preocupa, porque sabemos que si estos accidentes continúan, o peor, si llega a ocurrir una muerte, se cortará el hilo por lo más fino y nos cerrarán los senderos, como pasó con los parapentes”, detalló el joven, que solía organizar este tipo de salidas. Luego agregó: “de hecho, hasta en cierto modo comprendería si terminara en clausura, porque hay negligencia en la toma de precauciones. Para los que van a la cascada por el río, hay tramos en los que tienen que nadar contra la corriente. Algunos llegan hasta ahí sin saber eso”.
Por último, el joven, que compone el grupo Rumbo Norte, aconsejó comenzar por caminos más seguros, que a pesar de no ser exigentes al extremo, no dejan de ofrecer la experiencia de estar en contacto con la naturaleza.
“Hoy recomendaría a quienes están comenzando, que hagan los circuitos del parque Sierra San Javier. El sendero de Los Funiculares y el de Cuesta Vieja son los más accesibles y seguros; después está la Puerta del Cielo, que es más empinado. Esas tres rutas son muy concurridas y además hay gente que cuida el lugar”, fundamentó Merino. “Para quienes salen por primera vez y van a hacer un sendero más dificultoso, en la página del Ente Tucumán Turismo se ofrece el servicio de dos prestadores oficiales. Hay muchos otros grupos y se los puede encontrar en las redes sociales, pero eso ya es decisión de cada uno”, concluyó.
Rescate animal
Hallaron una mona carayá en el manantial y será devuelto a la selva del litoral
Un grupo de vecinos de El Manantial encontraron el miércoles a las 19.30 un mono subido al techo de una vivienda ubicada en la esquina de calle Corrientes y Ramírez de Velasco. Se trata de un ejemplar hembra de especie carayá, oriunda de las provincias del este argentino. Los uniformados le dieron intervención a la Fundación argentina de Rescate Animal (FARA), con base en la estación de Bomberos Voluntarios de Yerba Buena, quienes rescataron al animal silvestre. La Dirección de Delitos Rurales y Ecológicos de la repartición y a la licenciada Ana Palacios, de Flora y Fauna, determinaron que la mona fuera alojada en una reserva hasta que se pudiera resolver su traslado hacia el litoral.
Para tener en cuenta
- Siempre interiorizarse en los obstáculos que presenta cada sendero.
- Fundamental: llevar agua, comida, gasa y desinfectante en un bolso.
- El trekking y las actividades de montaña requieren estado físico.
- Dar aviso en la comisaría local sobre la excursión.
- Se aconseja dejar un número de teléfono y referencias a la Policía.
- Para los principiantes lo más seguro es empezar por el Parque San Javier.
- Aguas Chiquitas es un circuito arduo. Utilice calzado adecuado, hay tramos en los que deberá nadar o usar sogas.
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