Un tribunal ruso dejó firme este martes el encarcelamiento del líder opositor ruso Alexey Navalny. La jueza Natalia Repnikova dijo que el principal líder opositor del Kremlin tendrá que cumplir tres años y medio de prisión, de su sentencia del año 2014, por violar los términos de una libertad condicional, menos los meses que pasó bajo arresto domiciliario ese año.
Las partes tienen ahora diez días de margen para presentar recurso, algo que adelantaron que harán los abogados del acusado.
A raíz de la condena, el entorno de Navalny ha llamado a la población a manifestarse inmediatamente contra las autoridades como señal de repulsa tras la resolución judicial, en línea con las movilizaciones que ya se convocaron el 23 y el 31 de enero. Ya durante la vista, se registraron enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad a las puertas del tribunal que se saldaron con más de 300 detenidos, según la cadena independiente TV Rain.
Navalny compareció ante un tribunal de Moscú a pesar de las presiones de Occidente para liberarlo y las masivas marchas a su favor en toda Rusia. “Lo más importante en este juicio es asustar a un enorme número de personas. Encarcelan a una de ellas para asustar a millones”, dijo el crítico de Vladimir Putin.
Durante su comparecencia ante la jueza, el acusado reiteró sus críticas al Gobierno en un duro discurso. “Alguien no quería que volviese a Rusia como un hombre libre. Todos sabemos quién”, declaró el impulsor de la Fundación Anticorrupción, según citó la agencia Bloomberg.
Activista anticorrupción y férreo crítico del Kremlin, Navalny fue encarcelado a su regreso a Rusia el 17 de enero, tras una convalecencia de varios meses en Alemania por un envenenamiento del que acusa al presidente ruso.
“Hemos demostrado y probado que Putin, a través del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB), cometió este intento de asesinato, y no soy su única [víctima]. Muchos lo saben ahora, otros lo sabrán, y eso vuelve loco a este pequeño hombre en su búnker”, dijo el detenido.
Mientras el gobierno de Rusia, con Putin a la cabeza, niega las acusaciones y afirma que el dirigente tiene vínculos con servicios secretos extranjeros que buscan desestabilizar el país, desde Estados Unidos y la Unión Europea reprobaron estos hechos.
El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, viajará a Moscú el viernes y buscará reunirse con Navalny, pero esto dependerá de la Justicia.
El caso
Su figura era conocida en Rusia por sus consecutivas críticas a la administración Putin, pero el apellido Navalny trascendió las fronteras cuando el 20 de agosto de 2020 comenzó a sentirse mal durante un vuelo que tuvo que aterrizar de emergencia en la ciudad siberiana de Omsk. Allí quedó hospitalizado el activista.
Días después fue trasladado a Berlín, para continuar con su tratamiento médico y la intervención de Alemania en la causa desató el escándalo.
El gobierno de Angela Merkel aseguró que encontró rastros del agente nervioso Novichok en el cuerpo Navalny y acusó al Kremlin de un intento de asesinato.