“La Biblia” se hizo canción hace medio siglo

Nunca se puede tener plena conciencia de la trascendencia de una creación artística mientras se la está realizando. Pero Vox Dei sentía hace medio siglo que su monumental “La Biblia”, el primer disco conceptual hecho en la Argentina, salía de los marcos que hasta entonces dominaba el todavía incipiente mercado del rock nacional.

Hoy se cumplen 50 años del último día de grabación del álbum doble en los estudios TNT, que sigue sonando y protagonizando recitales y shows. Su autor y principal difusor, Ricardo Soulé, rechaza toda sorpresa por vincular el rock con lo religioso al afirmar, en una entrevista con la agencia Télam, que “la relación de la música con lo divino es casi insalvable, como un lugar común”.

“Siempre el vínculo de la música con Dios estuvo presente de alguna manera. La música siempre estuvo inspirada por el amor en distintos niveles, ya sea en los amores físicos o espirituales, como puede ser a través del vínculo amoroso con otro ser humano y agradeciéndole a Dios por eso”, graficó.

Junto a Soulé, integraban Vox Dei entonces Willy Quiroga, Rubén Basoalto y Juan Carlos Godoy, quien abandonó el grupo en medio de las sesiones (para las presentaciones del estreno, lo reemplazó Nacho Smilari como guitarrista invitado). El relato bíblico estaba abordado ya desde los títulos de los temas: “Génesis”, “Moisés”, “Las Guerras”, “Profecías”, “Libros Sapienciales”, “Cristo: Nacimiento”, “Cristo: Muerte y Resurrección” y “Apocalipsis”. Antes de su lanzamiento, la Iglesia Católica solicitó a la discográfica las letras de las canciones para evaluar si avalaba su publicación, lo que finalmente ocurrió con elogios y recomendaciones a los jóvenes católicos para que escuchen esa obra.

Este viernes, en conmemoración del aniversario, se proyectará el show que los tres integrantes originales de la banda ofrecieron de “La Biblia” en 1996, a las 21 y por streaming a través de tushowenvivo.com.

Paradigmas

Soulé reconoce la influencia que tuvo su suegro en su formación religiosa y amplía: “como soy un músico que tuvo una instrucción antes de tocar rock, sabía que la música estaba inspirada en textos bíblicos. Sabía de Mozart, Bach, Vivaldi, y esos eran mis paradigmas; más tarde se transformaron en The Beatles, los Rolling Stones, Dave Clark Five, la música negra norteamericana o el jazz francés, y siempre el vínculo con Dios estuvo presente por su inspiración en el amor”.

“Lo que más me sorprende de todo, es cómo sorprende que haya sido así. Básicamente porque la música fue inspirada por muchísimas fuentes, entre ellas la más importante son las creencias espirituales. Yo lo viví con naturalidad, con alegría, pero los que no lo vivieron con naturalidad fueron parte del periodismo y del público, que aún hoy no lo pueden digerir”, planteó.

Además vinculó la idea del rechazo del rock a las instituciones con la objeción “a la parte oscura de la Iglesia, que está súper comprobada y es padecida por toda la humanidad; nadie puede negarlo, ni el más recalcitrante de los cristianos ortodoxos”. “Pero el decálogo del hippismo era un compendio de valores cristianos. De hecho ‘paz y amor’ es la representación de Jesús en su ideología. Y hay muchos personajes muy representativos del rock que son exactamente lo contario a esa idea establecida. Son hombres con valores morales fuertísimos. Me vienen a la mente Bruce Sprinsgteen o John Lennon”, agrega.

“Los músicos de rock cumplimos también una función social porque acompañamos a la sociedad en nuestro itinerario de la vida, entonces es una responsabilidad muy grande. Tenemos que asumir esa parte, que la música es un entretenimiento, pero también es un mensaje profundo que permanece hasta el final de los tiempos”, concluye.