A partir de mañana, Formosa capital dejará el aislamiento social y obligatorio en el que se encontraba desde el 6 de enero y pasará a la fase de distanciamiento social, como el resto del país.
El foco estuvo puesto en esa ciudad durante los últimos días a causa de incontables denuncias realizadas tanto por la oposición como por organismos sociales y hasta Amnistía Internacional sobre violaciones a los derechos humanos y excesos de la Policía, sobre todo en lo que respecta a los centros de aislamiento que se abrieron para prevenir contagios de covid-19.
"Ante la drástica disminución de casos diarios reportados, se toma la decisión de no prorrogar el aislamiento social preventivo y obligatorio en la capital", anunció hoy Jorge González, el ministro de Gobierno de Gildo Insfrán.
"Esto significa que a partir del día de mañana regirán las mismas medidas preventivas vigentes en el resto del territorio provincial", se explayó el funcionario.
Según informaron medios nacionales, hoy hubo una reunión en la Casa Rosada para analizar este tema, a partir del tenor que cobraron las denuncias.
Incluso pastores evangélicos se habían sumado a las críticas hacia Insfrán y le habían advertido que "no estamos dispuestos a seguir pasivos viendo cómo se avasallan los derechos de las personas". Se trata de un sector con mucho peso en la sociedad formoseña (y una fuerte incidencia en las tendencias electorales) y hasta el momento mantenía una excelente relación con el gobernador.
Mientras tanto, una delegación de dirigentes de Juntos por el Cambio tiene previsto viajar a esa provincia norteña esta semana para conocer con detalles lo que sucede en los centros de aislamiento.