La lectura en la adolescencia, ¿un nuevo paradigma?

La lectura en la adolescencia, ¿un nuevo paradigma?

Los intereses actuales de la adolescencia y el avance tecnológico modificaron sustancialmente los modos tradicionales de lectura y la forma de interpretarla.

La lectura en la adolescencia, ¿un nuevo paradigma?
02 Febrero 2021

“Desde que comencé a leer más seguido, me di cuenta de que la lectura es un hábito fundamental que todos deberíamos tener o incorporar de a poco, en caso de que cueste, como me pasó a mí. Es importante que a la hora de elegir algo para leer, sea algo que disfrutemos, y no necesariamente debe de tratarse de un libro sino de investigar y cultivarnos sobre temas que nos interesen”, asegura Eloisa del Pero, de 17 años, que está por comenzar el último año de la secundaria.

La generación de nativos digitales crece acompañada del vertiginoso avance de la tecnología que, sin dudas, atraviesa todos los espacios de la vida cotidiana. Es común escuchar que este fenómeno produjo una disminución en el interés de los adolescentes con respecto a la lectura, pero… ¿Es realmente esto así? A continuación, la opinión de profesores sobre el tema y la palabra de adolescentes.

Importancia de la lectura

Según los expertos, leer es sustancial en toda etapa de la vida. El primer contacto con la lectura suele devenir de la escucha de cuentos en la niñez. “Inclusive hay experiencias de padres que leen en voz alta a los bebés antes de nacer”, afirma el profesor de Lengua y Comunicación Oral y Escrita Juan Moreyra.  

“A medida que la escolarización se va complejizando también lo va haciendo la lectura hasta llegar a la adolescencia, etapa en la que se apunta a formar lectores autónomos, críticos y que duden de todo lo que leen o escuchan”, señala la profesora de Lengua Lorena Morán.

Claudia Rivadeneira, también docente de Lengua, enumera una serie de aspectos por los cuales la lectura es importante:

- Amplia los conocimientos y la imaginación, obliga a indagar lo que tratan de imponer o lo que está impuesto.

- Invita a cuestionarse planteos.

- Ofrece una propuesta distinta de mirar los horizontes.

- Permite sostener criterios con argumentos fundamentados.

- Brinda la oportunidad de lograr una mentalidad más flexible.

- Posibilita viajar sin movernos del lugar en el que estamos.

- Permite crear un diálogo mucho más enriquecido.

Nuevo paradigma

 Los intereses de los alumnos han cambiado como así también las formas de leer y los tipos de textos, asevera Moreyra, por lo que resulta difícil determinar si ahora los adolescentes leen menos o más. “Las nuevas tecnologías proponen un cambio de varios paradigmas. Aunque la lectura de nuevos formatos no garantiza avances y mejoras de calidad en la comprensión. Sin la lectura verbal de base, la que venimos enseñando desde siempre, difícilmente se acceda a una lectura comprensiva seria aún de textos novedosos, atractivos visualmente o entretenidos audio visualmente”, agrega.

 “A mí particularmente me enoja mucho escuchar que nuestros adolescentes no leen, eso es una falacia. Leen y mucho, pero no desde nuestro paradigma, sino desde uno nuevo, realizan lectura transmedia, los relatos son contados desde múltiples plataformas que necesitan de una participación activa, este el estado actual en el que los distintos medios ‘dialoga’, por ejemplo: los chicos leen una historia en Wattpad y luego vuelcan sus impresiones en un blog, en Twitter o generan un meme”, señala Morán.

“Para entender esto debemos corrernos de nuestro lugar de adultos y observarlos, dialogar con ellos, interiorizarnos sobre sus gustos, preferencias y prácticas culturales. Los jóvenes de hoy están en las antípodas de los lectores que fuimos nosotros, no consumen el papel sino lo digital, los llamamos prosumidores ya que no solo consumen contenidos digitales, sino que también los producen ellos mismos, es así como nos enteramos de la existencia de bloggers y booktubers que deambulan por las redes comentando, recomendando y formando espacios de intercambios con sus pares. Ofician de críticos literarios para sus seguidores”, concluye.

Rivadeneira dice que hay adolescentes que están leyendo mucho más que en otros tiempos y también están aquellos a los que se les está apagando la velita del disfrute por leer. Por otro lado, reconoce que, en este cambio de paradigma, uno tiene el mundo del conocimiento al alcance de un click.

El desafío de los docentes

Los especialistas coinciden en que los profesores hoy en día deben buscar la manera de elegir textos, libros y métodos que llamen la atención de los alumnos, escapando un poco de las lecturas y formatos tradicionales para lograr incentivarlos.

“A los docentes de literatura nos sucede cada vez que planificamos el año escolar que conocemos de antemano que 'impondremos' determinadas lecturas, y somos intransigentes con los clásicos porque sabemos que tal vez esa posibilidad que le ofrecemos sea la única que tengan nuestros alumnos de apropiarse de ellos, difícilmente un adolescente se levante un día con ganas de leer Edipo rey. Y no cedemos”, asevera Morán, y agrega que aun así es importante la negociación y atender a las preferencias de los adolescentes.

De la misma manera, Rivadeneira advierte que los estudiantes se decepcionan cuando los títulos de los libros no coinciden con sus gustos e inquietudes y que ahí está la tarea de los docentes de encontrar estrategias que los motiven.

Moreyra sugiere invitar siempre, nunca imponer, y contagiar desde la propia experiencia lo leído con los alumnos. “Actualmente se lee de otra manera. Creo que la educación académica formal y tradicional no considera esto. Se detectan grandes problemas a la hora de transmitir formación con la lectura habitual”, concluye.

Leer permite crecer

Volviendo a Eloisa, considera que la lectura es una herramienta que permite crecer e indagar en uno mismo, desarrollando miles de capacidades diferentes “Hablando de mi entorno, a más de la mitad le gusta leer y lo hace con frecuencia, no considero que el interés por la lectura en los jóvenes sea insignificante”, advierte.

“Por lo general, a la hora de leer soy muy selectiva. Acostumbro a elegir libros de crecimiento espiritual, autoayuda, psicología o filosofía que es lo que más me atrapa”, finaliza.

María del Rosario Anabia, de 14 años, cuenta que acostumbra a leer, pero no lo hace con mucha frecuencia. Considera que es muy importante generar un hábito para ampliar los conocimientos, el vocabulario y la cultura general. “Me gusta el género fantástico y las novelas juveniles”, afirma.

En cuanto al interés de los jóvenes con respecto a la lectura, afirma: “Creo que decayó porque los adolescentes están más centrados en la tecnología y en las redes sociales”.

Ventajas

- Almacenar una gran cantidad de libros sin ocupar espacio físico.

- Adquirirlos fácilmente. Hay una gran cantidad de sitios para descargar libros online de forma gratuita y legal.

- Los libros digitales son portátiles, con soló llevarlos en el móvil, ordenador o tablet, se tiene acceso a ellos.

- Conseguir con mayor rapidez lo que se busca dentro del libro.  Al señalar una palabra, se busca en internet y accedemos a una imagen o definición.

- Cambiar la tipografía y su tamaño, según el formato que se prefiera.

- Son más baratos que los libros de papel. Algo que hace que tenga un hueco importante en el mercado. Al disminuir los costes de almacenamiento, transporte y las tiradas de cientos o miles de ejemplares, los precios son menores que los libros impresos.

Desventajas

.La piratería.

- Sí o sí se requiere la conexión a internet para adquirir los libros digitales.  

- Depender de la batería del dispositivo para leer.

- No todos los libros están digitalizados. Quizás tengamos la inquietud por un libro determinado y ese aún no está en el mercado digital.

- Al leer libros online desde un dispositivo hay una mayor tendencia al "surfeo" en las distintas pestañas que podemos abrir y esto causa distracción y dificultad en la comprensión de la lectura.

Cómo cultivar el hábito

- Comenzá por leer 15 minutos diarios. Que no haya distracciones como el chat y el televisor encendido.

- Elegí el lugar y el momento adecuado.

- Seleccioná un tema que te guste, que te apasione. Recordá que tienes que disfrutarla. No es el objetivo causarte malestar ni fastidio.

- Sé curioso. Dejá que ese mundo de las palabras te movilice, te inquiete.

- Comentá a amigos o familiares lo que estás leyendo.  

- Si es que estás leyendo un libro físico, llevalo a todos lados con vos. En algún momento podrá ser tu compañía.

(Producción periodística: Mariana Ávila)

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