Vacaciones nudistas: experiencias de un verano a flor de piel

Vacaciones nudistas: experiencias de un verano a flor de piel

En Argentina existen destinos turísticos para vivenciar la libertad física y profundizarel contacto con la naturaleza. ¿Te animás?

Lo dice una de las tantas estrofas de Calle 13: “Ya nadie sabe ser feliz a costa del despojo”. Es (casi) imposible salir del sistema de consumismo del que somos Dios y padre e incluso -durante las vacaciones- le vendemos el alma al diablo entre las pilchas nuevas, la costosa botella de vino del restaurante y los souvenirs.

Entonces (cuando crees que la cosa está perdida) te enterás que en Córdoba existe una reserva nudista naturista. Y lo que arranca como un viaje al interior de la provincia acaba por ser un trayecto hacia adentro.

A 15 kilómetros de Tanti -por el camino que va hacia Los Gigantes- funciona Yatan Rumi: un paraíso vegetal que promete reconectarnos con la Madre Tierra y dejarnos en el proceso más livianos de pensamientos, estrés y, claro, indumentaria.

Esta reserva de montaña y camping existe hace casi 18 años, y su creación surgió luego de que Miguel Suárez visitara una playa de Buzios (Brasil). “Cuando regresé, junto a algunos amigos, nos propusimos crear algún espacio naturista. Un día apareció en el diario un aviso para alquilar una casa de campo con 1.200 hectáreas y lo aprovechamos”, rememora, seguro de que aquello no fue suerte ni casualidad.

Durante la temporada veraniega las instalaciones alojan -en promedio- a 50 visitantes habitués, mientras que el resto somos carne fresca. Tras 20/30 minutos de adaptación (aún con los trapos puestos) los inexpertos debemos decidir si queremos quedarnos o pegar la vuelta. “Casi el 99 % acepta las condiciones y se anima”, enfatiza el propietario.

Ahí es cuando un simple “sí” nos abre las puertas del cielo terrenal. Al estar apoyados sobre una reserva hídrica, el agua desborda y salpica cada piedra del lugar. Hay cascadas, piletas naturales y vertiginosos toboganes que se vuelven vehementes con las crecidas.

Entre los servicios, el agua que se usa para bañarnos también es de vertiente y la electricidad se obtiene de paneles solares.

Por donde se mire la vegetación -con sus copiosos arbustos, manzanillas salvajes y agaves- es invencible. Y nosotros unos afortunados al contemplar los secretos del Valle de Punilla.

¿Kafka?

Para muchos probar el nudismo naturista es un punto de inflexión: ni más ni menos que obtener la anhelada libertad.

“Uno no se da cuenta, pero a diario nuestros sentidos están atrofiados… En cambio, con el nudismo tenés la oportunidad de reaprender a sentir y reconocer lo que te rodea. La primera vez vivencias una especie de goce o extrañeza por las texturas que rozan tu cuerpo y después te atraviesa una relevación. Sentís que tantos años de evolución y urbe te quitaron algo importante”, describe Martha, quien hacedos años se animó a ser una visitante color piel en un parador nudista francés.

En efecto, hay mucho más debajo de la epidermis. “Quitarse la ropa no deja de ser una metáfora. Es quitarnos la coraza que nos ponemos ante los demás y mostrarnos tal cual somos”, reflexiona Miguel.

Y vos, Adán

La reserva nudonaturista cuenta con canchas deportivas, juegos de mesa y sesiones de karaoke los fines de semana. Mientras que, para quienes se inclinen por un estilo de vida holístico, hay clases de yoga, reiki o la chance de meditar entre los parajes serranos. Por supuesto, con los protocolos de bioseguridad necesarios para evitar contagios.

En otras épocas, a esta oferta se suma el Cross country nudista (un evento deportivo en el cual se corren diferentes kilometrajes con apenas un par de zapatillas) y las celebraciones de San Valentín y el Carnaval (para los disfraces hay que ingeniárnosla con body painting).

“En una ocasión, entre los participantes había un hombre con apenas el diseño de un cinto. Nadie entendía su personaje así que le preguntamos y contestó que aludía a San Jacinto”, acota con picardía Miguel.

Iniciación y ética

Dejemos a un lado nuestra experiencia con las películas e imaginación. ¿Qué se entiende por nudismo? La Federación Naturista Internacional lo describe como una filosofía de vida en armonía con la naturaleza, caracterizada por el desnudo en común y la finalidad de respetarse a uno mismo, a los demás y al medioambiente.

Fácil de definir, aunque un poco complicado de concretar dados los prejuicios que acarrea la desnudez. La carta común es asociarla a conductas obscenas o sexuales (véase: el descontrol, voyeurismo, los bajos instintos que perforan la carne y humedecen… la mente, etcétera).

“Es muy difícil vencer esta noción ya que -desde hace siglos- el desnudo fue asociado con el pecado o la falta de pudor. Basta con googlear desnudo/nudista para que aparezcan fotos pornográficas junto a imágenes de nudismo en familia. Por otra parte, mucha gente que se desnuda muestra conductas inapropiadas en público o utiliza esto para hacer protestas y proclamar fines que nada tienen que ver con el nudismo naturista y nos perjudican”, declara Florencia Brenner, miembro de la comisión directiva de la Asociación para el Nudismo Naturista Argentino (Apanna).

Otras veces, la incomodidad brota de adentro y taladra la cabeza con la insatisfacción o la inalcanzable (e irreal) belleza de revistas. “El nudismo tiene un efecto de aceptación propia muy grande porque después de un rato sentís que nadie te mira. Cuanto te acostumbrás solo ves personas, no cuerpos. Los lugares nudistas no son pasarelas donde uno va a lucirse o mostrar ropa costosa. De hecho -en las playas- se ven gordos, flacos, gente con discapacidades, jóvenes y ancianos que conviven en armonía. Eso hace que te olvides de tus rollitos o celulitis y logres sentirte aceptado por lo que sos”, asegura.

Para los pequeños “accidentes” también hay códigos que simplifican el drama. “Muchos hombres tienen miedo de tener una erección, pero esto pasa pocas veces porque la desnudez con naturalidad no es excitante. En cualquier caso, si sucediera, el resto lo comprende y solo hay que ir al agua a refrescarse o hacer alguna actividad física (como correr) para resolverlo”, señala la asociación en su página web.

En números

Brenner afirma que no existe un registro con la cantidad de argentinos que practican el nudismo naturista. “Como referencia en las quintas llega a haber unas 50 personas diarias (en temporada alta) y en las playas unas 200 durante los mejores días. Los grupos virtuales exceden los 200 integrantes y en un antiguo grupo de Yahoo llegamos a 2.000 integrantes (no todos de acá). Por ahora, es imposible hacer un censo porque hay gente que prefiere callar por miedo a ser juzgados”, explica.

El segundo asunto es que estas actividades y eventos afines suelen realizarse en verano. Así que, cuando las vacaciones acaben, muchos tendrán que ponerse el disfraz de valiente (o la ropa) hasta la siguiente temporada.

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