La contaminación del aire puede matarnos y maximizar enfermedades

La contaminación del aire puede matarnos y maximizar enfermedades

Organizaciones mundiales advierten sobre los riesgos que potencian las afecciones cardiovasculares.

POLUCIÓN. Repercute en las enfermedades de pulmón y corazón.  POLUCIÓN. Repercute en las enfermedades de pulmón y corazón.
31 Enero 2021

Redirigir nuestra vida hacia hábitos de ejercicio y alimentación saludables es necesario… tanto como el aire que respiramos. Esta semana cuatro organizaciones cardiovasculares internacionales emitieron una declaración conjunta instando a los gobiernos y autoridades sanitarias a mitigar el impacto de la contaminación ambiental.

En el descargo -firmado por la Federación Mundial del Corazón, el Colegio Americano de Cardiología, la Asociación Americana del Corazón y la Sociedad Europea de Cardiología- se advierte que la polución es un factor de riesgo clave para las enfermedades cardiovasculares, los accidentes cerebrovasculares, la diabetes y enfermedades respiratorias.

En 2019, se estima que 6,7 millones de muertes (el 12 % del total mundial) se atribuyen a la contaminación del aire exterior o doméstico. “La covid-19 ha traído un factor nuevo y mortal a la ecuación, y ha llegado el momento de que la comunidad de la salud actúe”, destacó Michael Brauer, presidente del Grupo de expertos en contaminación del aire de la Federación Mundial del Corazón.

La declaración -tomada por la agencia de noticias Europa Press- propone proporcionar a los pacientes cardiovasculares sistemas de filtración de aire de la habitación. Sumado a integrar la contaminación del aire en los enfoques de gestión de enfermedades (por ejemplo, mediante el uso de índices de calidad). En el ámbito político, los médicos recomiendan participar en el desarrollo de directrices sobre contaminación atmosférica y apoyar a los ministerios de energía y transporte en sus esfuerzos de mitigación.

“Se necesita urgentemente más investigación para identificar a las poblaciones susceptibles y determinar los métodos óptimos para mejorar la calidad del aire”, comentó Stephan Achenbach, presidente de la Sociedad Europea de Cardiología.

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