Por Marcelo Aguaysol
29 Enero 2021
EN EL DEPÓSITO. El director ejecutivo del Siprosa, Luis Medina Ruiz, y la ministra Rossana Chahla observan el ingreso de las nuevas dosis. LA GACETA / FOTOS DE ANALÍA JARAMILLO
Las vacunas contra la Covid-19 llegan a cuentagotas a la Argentina. Por esa razón, el plan masivo se desarrolla con lentitud y aún no ha logrado pasar a la siguiente etapa. Con las dosis que el Gobierno nacional redistribuye en todo el territorio, las provincias sólo pueden avanzar con la inmunización del personal de salud. En Tucumán se está completando la colocación de la vacuna rusa Sputnik V a 11.700 agentes públicos y privados de la salud. Según la ministra del área, Rossana Chahla, hasta ahora el programa pudo cubrir al 42% del personal, con las dosis que ayer ingresaron al depósito central del Sistema Provincial de Salud (Siprosa).
Mientras tanto, ayer llegó una nueva partida de 220.000 vacunas (dos componentes) con las que se inmunizará a 110.000 personas. De ese total, Tucumán aspira a recibir entre 5.000 y 6.000 dosis. La intención oficial es inmunizar al personal de salud y, de ser posible, avanzar con los trabajadores sociales, psicólogos, nutricionistas, odontólogos y fonoaudiólogos, entre otras profesiones, que participaron en la prevención y atención de pacientes con Covid-19.
Tanto la cantidad de vacunas que se redistribuirán a las provincias como eventuales cambios en el plan de vacunación masiva serán dos de los temas centrales de la videoconferencia que el ministro de Salud, Ginés González García, mantendrá hoy con sus pares de las provincias, en el marco del Comité Federal de Salud (Cofesa).
De acuerdo con los lineamientos generales trazados por el Gobierno nacional respecto del plan de vacunación en la Argentina, la protección de la vacuna no es inmediata: contempla una serie de dos dosis y tomará de una a dos semanas luego de la segunda dosis para considerar que la protección es adecuada. Además, aclara que ninguna vacuna es 100% efectiva (la enfermedad puede ocurrir, y si ocurre suele estar atenuada).
“Dado que existe información limitada en relación a la efectividad de la vacuna en la población; su capacidad para reducir la enfermedad, la gravedad o la transmisión; y a cuánto tiempo dura la protección que confiere, las personas vacunadas deben seguir respetando todas las pautas actuales de cuidado, para protegerse a sí mismos y a los demás”, indica el documento federal. Entre ellas se incluyen el distanciamiento de dos metros entre personas, el uso permanente de barbijo y el aseo permanente de las manos.
Para el escalonamiento de la estrategia nacional, se realizará una priorización de la población objetivo a vacunar de acuerdo con condición de riesgo (de enfermedad grave o exposición). El esquema de vacunación original es el siguiente:
• Personal de salud (escalonamiento en función de la estratificación de riesgo de la actividad).
• Adultos de 70 años y más, y personas mayores residentes en hogares de larga estancia.
• Adultos de 60 a 69 años.
• Fuerzas armadas, de seguridad y personal de servicios penitenciarios.
• Adultos 18 a 59 años de grupos en riesgo.
• Personal docente y no docente (inicial, primaria y secundaria)
• Otras poblaciones estratégicas definidas por las jurisdicciones y de acuerdo con la disponibilidad de las dosis de vacunas.
La Covid-19 ha demostrado presentarse con mayor riesgo de hospitalización, complicación y muerte en individuos que pertenecen a determinados grupos de riesgo como edad mayor de 60 años, personas con obesidad, diabetes, enfermedades cardíacas, respiratorias y renales crónicas, inmunocompromiso, entre otras. La tasa de letalidad por grupo etario en la Argentina presenta un incremento sustancial por encima de los 70 años, de acuerdo con el análisis del área de Salud Pública nacional.
El Cofesa analizará estas cuestiones tomando en cuenta la demanda interna que hay en cada provincia. Por caso, ayer la ministra de Salud tucumana se reunió con su par de Educación, Juan Pablo Lichtmajer, con el fin de establecer el tiempo que demandará hasta la vacunación del personal docente, con vistas al inicio de las clases que, en principio, será el 1 de marzo. Durante el encuentro se analizó algunos lineamientos de los protocolos para las escuelas y el comportamiento que ha tenido esta actividad en otros países donde ya se percibe una segunda y hasta una tercera ola de contagios. Ambas áreas continuarán con el análisis de situación epidemiológica, por lo menos, hasta el 20 de febrero y así adoptar definiciones.
En la Casa de Gobierno estiman que a partir del 14 de febrero, el Poder Ejecutivo nacional tendrá una mayor disponibilidad de las vacunas desarrolladas por el Centro Gamaleya de Rusia.
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