Tercera ola: Portugal, al límite del colapso sanitario

Portugal extendió el bloqueo a nivel nacional hasta mediados de febrero y anunció restricciones a los viajes internacionales el jueves, cuando el primer ministro Antonio Costa admitió que el país se encuentra en su peor momento, con hospitales al borde del colapso.

Con una población de 10 millones, Portugal informó un récord de 303 muertes por COVID-19 y 16.432 casos nuevos, y ahora tiene los promedios per cápita más altos del mundo tanto de casos nuevos como de muertes.

“El número de muertes está creciendo a un ritmo inimaginable”, dijo el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa. "La presión es extrema, tenemos que actuar rápida y drásticamente".

Para tratar de frenar la propagación, se prohibirá a los portugueses viajar a otros países por aire, tierra o mar durante los próximos 15 días y se implementarán controles estrictos a lo largo de la frontera de 1.200 km con España, anunció el gobierno.

El primer ministro Costa dijo a la emisora de TVI que la situación era "terrible ... y afrontaremos este peor momento durante unas semanas más".

Asimismo, señaló que la situación había empeorado en parte porque su gobierno relajó las restricciones durante las vacaciones de Navidad y que el país ahora está lidiando, además, con la nueva variante más contagiosa del virus detectada por primera vez en Gran Bretaña.

"Ciertamente hubo a menudo errores en la forma en que transmití el mensaje a los portugueses ... y, cuando el destinatario del mensaje no entendió el mensaje, entonces es culpa del mensajero". El bloqueo debería, en principio, comenzar a reducir el número de infecciones la próxima semana, agregó.

Algunos hospitales se están quedando sin camas, otros ven disminuir el suministro de oxígeno y los médicos y las enfermeras están sobrecargados. El personal del Hospital de Cascais, cerca de Lisboa, dijo a Reuters que estaban exhaustos. “No se vislumbra un final”, dijo una enfermera.

El Parlamento votó para extender el nuevo bloqueo hasta al menos el 14 de febrero. Entró en vigencia el 15 de enero por primera vez desde la ola inicial. Los servicios no esenciales están cerrados, el trabajo a distancia es obligatorio siempre que sea posible y las escuelas están cerradas.

Entre Portugal y la vecina España, los viajes solo se permitirán para el transporte de mercancías o por motivos de salud. Los trabajadores y los ciudadanos portugueses que regresan a casa también pueden cruzar la frontera terrestre.

La ministra de Asuntos del Gabinete, Mariana Vieira da Silva, también dijo que el gobierno podría restringir los vuelos a Portugal desde ciertos países cuando sea necesario. También podría imponerse una cuarentena obligatoria para los pasajeros que lleguen de otros lugares.

Alemania dijo el miércoles que estaba dispuesta a ayudar y había enviado expertos médicos militares a Portugal para evaluar qué tipo de apoyo podría brindar.

Pero Costa dijo que había mucho que los socios europeos pudieran hacer. Respecto a la posible ayuda alemana, dijo: "En todo lo que Portugal ha pedido, lamentablemente no tienen disponibilidad, a saber, médicos, enfermeras".

Las autoridades dijeron que la primera fase del plan de vacunación de Portugal se extenderá alrededor de dos meses hasta abril, ya que los retrasos en las entregas significan que el país recibirá solo la mitad de las dosis esperadas para marzo. (Reuters)