Del trópico a tu mesa: qué rico el mango

Del trópico a tu mesa: qué rico el mango

No importa si está verde o madura: esta aromática fruta tropical puede participar de tu menú desde el trago inicial hasta el postre.

Del jardín  a la verdulería

El mango es de origen asiático

Más concretamente de la zona que hoy ocupan Birmania e India, donde todavía crecen selvas de mangos silvestres. Desde allí se extendió a casi todas las áreas tropicales. Llegó a América con los portugueses, que en el siglo XVIII la introdujeron en Brasil; los españoles hicieron también su aporte: transportaron pequeños árboles productores desde Filipinas. El primer destino hispanoamericano fue México (llegó a España mucho tiempo después). Como ocurrió con las paltas, durante mucho tiempo los mangos eran regalo los jardines de las abuelas... no se vendían. Hoy  todas las provincias del norte son productoras, aunque la nuestra sólo provee para consumo local. Lo cierto es que desde hace unas semanas, en los árboles, los puesto callejeros o las verdulerías, los mangos, en sus diferentes tipos, se van adueñando del paisaje. Y no sólo son deliciosos; bien maduros son ricos en fibra y aportan pocas calorías (65 kilocalorías cada 100 gramos), además de potasio y magnesio, y son ricos en vitaminas A y C.

Cómo pelarlos con facilidad

Colocar el mango en el centro de una tabla de forma horizontal. Sujetarlo con la palma de la mano extendida y hacer un el corte transversal, en la misma posición en la que está la mano, usando el carozo como guía. Dar vuelta el mango y repetir la acción. Tomar una de las rebanadas del mango, cubriéndola del lado de la cáscara con la palma de tu mano y deslizarla con cierta fuerza por el filo de un vaso de vidrio; tirar lentamente hacia afuera... y  la pulpa caerá en el vaso. (Nota: no se considera "una chanchada" disfrutar de lo que quede pegado en el carozo; sólo quedarán pegajosas las manos y la cara,,, pero ¡qué rico!)

Cómo ayudarlos a madurar y cómo conservarlos

* Como toda fruta tropical, os mangos no se llevan bien con la heladera, así que conviene dejarlos a temperatura ambiente; se "la bancan" bien unos días, siempre y cuando se manipulen con cuidado y se hayan evitado golpes. En cambio, se pueden congelar. La mejor forma de hacerlo es cortarlos en dados, colocarlos en una bolsa... y al freezer.

* Si ellos están verdes y vos, apurado, guardalos en una bolsa de plástico y dejalos a temperatura ambiente durante toda la noche. Esto provocará que libere etileno, un gas que se encuentra en distintas frutas, que ayuda a acelerar el proceso de maduración.

Dos ensaladas

Thai, picante y con mango verde

Primero, marinar 250 g de camarones: mezclar 1 cucharada de aceite neutro; ½ cucharadita de sal; 1 de azúcar, y pimienta negra a gusto. Bañar los camarones durante 20 minutos y cocinarlos en la plancha. Mientras tanto, pelar y cortar en tiras un mango verde y rallar finita una zanahoria grande; colocarlos en un bol. Agregar 1 cucharadita de azúcar, 1 de sal y 1 de vinagre de arroz (o de vino blanco). Si suelta mucho jugo, escurrir un poco, y agregar 2 cucharadas soperas de cilantro picado. Ahora es momento de aliñar. Si querés tu ensalada “bien thai”, la salsa se prepara con 1 ají rojo picante pequeño picado muy fino (para que pique un poco menos, sacarle nervaduras y semillas); 3 cucharadas soperas de azúcar, el jugo de medio limón y 2 cucharadas soperas de salsa de pescado. De lo contrario, usá un aliño "occidental", pero con aceite neutro, no de oliva. Luego, y por encima, se ponen los camarones a la plancha y se espolvorea con maní sin salar, tostado y molido.

A base de verdes, dulzura y queso    

Poner en un bol 2 tazas de hojas de espinaca,  ¼ taza de mango, picado, 1 palta en cubitos, 2 cucharadas de queso de cabra hecho grumos grandes y 1 cucharada de almendras sin sal, en rodajitas; añadir sal y pimienta a gusto y mezclar.  Se aliña con una salsa preparada en la licuadora, a base de ¼ taza de mango picado, 1 cucharadita de miel, 1 cucharada de aceite de coco, 1 cucharada de jugo de limón y 1 cucharada de agua caliente.

Pollo thai con mango  

El plato fuerte (también se puede hacer con cerdo)

Deshuesar, sacarles la piel y cortar  en cubos 350 g de pechugas de pollo; salpimentarlas y saltearlas en una olla con 1 cucharada de aceite de oliva, junto con 1/2 cebolla picada y 1 pimiento verde cortado en cuadrados. Retirar del fuego y mantener caliente. Mientras tanto, pelar dos mangos grandes y maduros, cortar la pulpa en trozos y dejar separados.  Para hacerla salsa, procesar 120 ml (1/2 taza) de caldo de pollo; la pulpa de 1/2 mango; 1 naranja grande, pelada y cortada por la mitad, y una cucharada de jengibre fresco; se busca que quede una crema suave. Añadirla a la preparación del pollo y cocinar todo a fuego suave y lento, entre 5 y 8 minutos. Agregar el resto de los cubos de mango, esperar un par de minutos hasta que se cocinen sin desarmarse del todo y retirar del fuego. Se puede acompañar con arroz blanco, y para seguir en la “onda oriental”, proponemos usar un arroz tipo basmati; se necesita 1 taza de las de té (50 gr. aproximadamente de arroz) por persona. Lavarlo en un colador bajo la canilla varias veces (al menos tres), para que pierda el almidón; poner a calentar en la olla para la cocción un fondo de aceite neutro con semillas de coriandro secas. Cuando el aceite esté caliente y aromatizado, echar el arroz y revolverlo para que no se queme. Cuando se haya sellado, agregar el agua, que se calcula así: 2 tazas de agua caliente por cada taza de arroz. Para emplatar, poner una porción de arroz; sobre él, el pollo (o cerdo) bañado con la salsa. Se puede decorar con cilantro fresco picado.

Tarta fresca y fácil

Como postre o para  la merienda

Una de sus virtudes: no necesitás prender el horno. Sólo pelar y cortar en trozos mangos bien maduros hasta obtener dos tazas grandes llenas. Procesarlos junto con 1 lata de leche condensada y 1 ½ taza de yogur griego sabor natural y sin endulzar. Disolver 2 sobrecitos de gelatina sin sabor (14 gramos en total) en ½ taza de agua hirviendo, y agregar. Dejar que la preparación se entibie. Mientras tanto, procesar un paquete grande de galletas de vainilla con 120 g de manteca blanda; con las manos, cubrir la base y los bordes de un molde desmontable con una capa fina de la mezcla.

Aparte, antes de que empiece la mezcla de mango comience a tomar cuerpo por la gelatina, batir 2 claras a punto de nieve y añadirlas con movimientos envolventes, para que no pierdan volumen. Volcar la crema en el molde, y llevar a la heladera al menos dos horas. Antes de desmoldar, pasar un cuchillo entre el aro y la masa para separar bien. Se puede decorar con láminas de mango y hojas de yerba buena.

Daiquiri

El trago de la bienvenida

Para cada copa poner en la licuadora 1/2 taza trozos de mango maduro, 1 cucharada de azúcar, el jugo de 1 limón, 1/2 taza de hielo y dos o tres cucharadas soperas de ron blanco. Procesar hasta que quede una bebida cremosa y homogénea.



Tamaño texto
Comentarios
Comentarios