25 Enero 2021
PASIÓN. Sin importar el contexto, Gonzalo sigue enfocado en la gran competencia.
El karateca tucumano Gonzalo Navarro esperó un año extra a los Juegos Olímpicos de Tokio y, aun así, el evento sigue siendo una duda en el calendario. Una tercera ola de contagios en Japón con medidas de seguridad que se suman día a día es la realidad con la que se está palpitando la gran cita del deporte. Bajo este marco, el Comité Organizador no da una respuesta concreta. El atleta, en búsqueda de cumplir su sueño, sigue entrenando, a kilómetros de casa, con ilusión de estar presente en el país insular a mediados de año.
“Estoy preparándome y anhelo poder estar en los Juegos Olímpicos desde chiquito”. Entrenando doble turno todos los días en el Cenard. Preparándose para estar a tono en el torneo clasificatorio que se disputa en París, en junio. De esta forma, el joven de 24 años realiza su rutina con la incógnita sobre que sucederá. “La incertidumbre no es buena para nada. Trato de hacer lo que está a mi alcance que es entrenar y concentrarme en mi rendimiento. Lo que es ajeno a mí no lo puedo controlar, y si pienso en esas cosas me genera ansiedad y traslado mi energía a donde no tiene que estar”, dijo el aspirante a atleta olímpico.
INTENSIDAD. Los entrenamientos de Gonzalo se dividen en dos: físicos y técnicos
Pero el cuidado de la salud no es asunto del lado asiático del mundo solamente. Los atletas de alto rendimiento argentinos deben cumplir con ciertas normas, basadas en la situación de coronavirus. “Esta siendo una experiencia diferente a la de años anteriores, por estar en un contexto de pandemia. Los entrenamientos son con barbijos y los horarios son muy estrictos en el predio”, aclaró. Y explicó las diferencias que se encuentran este año con las que se vivían en tiempos anteriores. “Siempre en los tiempos libres compartías con atletas de otros deportes, podías tomar mates, por ejemplo”, recalcó. Sin dejar de mencionar que, para acudir al centro de entrenamiento, todos los deportistas tuvieron que realizarse el test de saliva y tener confirmado el negativo. Para evitar la transmisión dentro del lugar.
El karate no es una salida a la cual se le pueda confiar un futuro a largo plazo. Se debe tener un segundo plan como respaldo para cuando la actividad física llegue a su final. Gonzalo Navarro hasta cuando no está entrenando descansa. “En los momentos libres que tengo estudio, preparo finales de la facultad”.
Entrenamientos a la mañana y a la tarde. Estudios en el tiempo que sobra. Exprimir cada hora del día para cumplir las metas, esa es la misión. Son nueve las materias que todavía le falta aprobar al tucumano para recibirse de ingeniero civil en la UNT. “Aprovecho el tiempo, ojalá se me den las dos este año”, fueron las palabras que utilizó para expresar su deseo de participar en los Juegos Olímpicos y de terminar sus estudios universitarios este año.
Desde la casa de su compañero de selección, Franco Recouso, tiene la posibilidad de dar el paso que le falta para conseguir el título universitario y el de atleta olímpico.
Sin embargo, si tiene que elegir entre una u otra, la decisión está clara. “Los Juegos como prioridad” sentenció, no dejando dudas que lo que está por encima de todo en este momento es lo deportivo y nada más.
Única oportunidad
El karate fue aceptado por primera vez como disciplina olímpica el año pasado, pero no estará presente en París 2024. Esto hace que, solamente este año, los karatecas puedan soñar con conseguir una medalla.
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