“Con la separación de residuos ganamos todos”, resume de manera entusiasta Marco Avellaneda, secretario de la comuna de Raco que, por una disposición, hizo obligatoria la separación de residuos. Desde hace poco más de dos semanas, y con algunas prórrogas, los habitantes de Raco van acostumbrándose a esta nueva forma de manejar sus residuos. Será imprescindible contar con dos cestos de basura en los hogares: uno para residuos secos (cartón o papel, plástico, metal, vidrio) y otro para residuos húmedos (restos de comida, envoltorios húmedos, pañales, insumos sanitarios, etcétera)
“La idea -cuenta- surge del entorno, que es natural y con espacios amplios. Nos parecía un lugar donde había que evolucionar de una manera inteligente y consciente hacia la ecología”, explica Avellaneda, y subraya que este trabajo se logró en colaboración con el delegado comunal, Gerardo Alvi, y los vecinos.
Avellaneda contó que en la comuna ya había vecinos que realizaban compostaje y separación de residuos y eso fue lo que impulsó a darle un marco de legalidad a la norma. “El tema de la obligatoriedad no tiene tanto que ver con multas, sino con un buen funcionamiento en el que todos participen. No es nuestra intención ser coercivos, sino generar más conciencia ambiental. Las multas para quienes no cumplan no serán económicas, sino que se penalizará con la no recolección de basura por una semana al cesto o canasto que no haya cumplido con el buen funcionamiento de acuerdo con la resolución.
Explicó que la iniciativa también generará recursos para la comuna, ya que los residuos reciclables se pueden vender. “Tenemos en la comuna una planta de separación de residuos. La basura separada se acopia en canastos y bolsones”, detalló.
“Todo esto lo estamos haciendo con un grupo de vecinos que se llama Ecoverde, y que nos han proporcionado bines (con los que se recolecta el limón), tachos de 200 litros para hacer basureros, bolsones para tener acopiada la basura, recursos económicos para la campaña y otros elementos”, puntualizó.
Desde la implementación de la normativa -cuenta Avellaneda- sólo han recibido buenos comentarios, aunque aclara que esta medida es progresiva, para que la comunidad tenga un periodo de adaptación. “Apelamos a generar conciencia de lo importante que es ser responsables con nuestro entorno, con nuestra naturaleza, y mostrarles a nuestros hijos una forma de vida diferente, que tenga más que ver con la evolución hacia algo inteligente, que nos dé satisfacción y orgullo”, finaliza.