Este mercado de pases no será lo mismo que el anterior para Atlético. Parece una verdad de perogrullo pero hay algo más que esta obviedad en el fondo de la reflexión. La pandemia de covid-19 hizo que la anterior ventana para incorporar sea una experiencia totalmente nueva y algo incómoda, pero en la que el club finalmente pudo moverse con naturalidad. Ahora bien, con la experiencia del primero, con la situación sanitaria controlada en Tucumán (al menos por ahora) pero con un nuevo entrenador, ¿pasará lo mismo?
El “Decano” ya está en condiciones de sumar jugadores a su plantel pensando en la nueva Copa Diego Maradona que empezará el segundo fin de semana de febrero y el demorado debut en la Copa Argentina. Nada indica que el club vaya a salir desesperado a buscar jugadores. Por ahora, espera la evaluación de Omar De Felippe tras la primera semana de entrenamientos. “Una cosa es conocer el plantel de afuera y otra cosa es conocerlo de adentro. Ahí veremos las necesidades que tiene y si, según su criterio, hace falta traer a alguien lo traeremos”, advierte Miguel Abbondándolo, vicepresidente del club y generalmente el responsable del tema refuerzos.
Sin embargo, el propio De Felippe manifestó desde un primer momento su conformidad con el plantel actual. “Hice la evaluación del nivel competitivo del equipo y las individualidades antes de venir, y eso fue lo que me convenció. Esperemos que se queden todos, yo me voy a apoyar mucho en estos jugadores”, aseguró el entrenador luego de dirigir su primer entrenamiento en Ojo de Agua.
Si seguimos la lógica que el club tuvo en el mercado de pases pasado, por ahora no debería haber muchas novedades. Cuando estaba a punto de volver el fútbol tras la suspensión por la pandemia, Atlético incorporó dos jugadores en las posiciones que el cuerpo técnico anterior había solicitado: Tomás Marchiori en el arco y Franco Mussis en el medio campo. Más allá de cómo rindieron en el campo o los minutos que tuvieron, fue una buena movida en ese momento, pero respondió básicamente a las necesidades. Atlético se había desprendido previamente de un arquero y un par de volantes y entonces, puesto por puesto, llegaron los reemplazantes. En este caso, del plantel todavía no se fue nadie.
Así las cosas, si no hay bajas, probablemente no haya muchos refuerzos que pedir. De hecho, la única baja del plantel fue la de su entrenador y ya tiene su sustituto. Esto último sí es obvio, pues ningún equipo puede afrontar un torneo sin un entrenador pero ayuda a graficar la simpleza del club en este ámbito. La que le ha traído sus beneficios en este tiempo.
Que De Felippe considere -tras esta primera semana- que faltan jugadores, alguna lesión o una repentina partida podría obligar a salir de compras. Por suerte para el entrenador, lo de Leonardo Heredia no demandaría más de un mes y lo de Javier Toledo a Argentinos sólo es un rumor por ahora.
Y si hubiera refuerzos, quizás los primeros serían los del fondo, si nos atenemos a las palabras del DT: “el equipo se arma de atrás para adelante siempre, la seguridad defensiva pensando en el arco del frente”. Igual, ayer surgió en medios porteños el rumor sobre un interés por el volante Agustín Obando, de Boca, a quien también pretende Talleres.
Por ahora, no hace falta, pero si lo hiciera, Atlético ya sabe cómo moverse en un mercado marcado por la covid-19.
Una semana dura
La primera semana de pretemporada siempre cuesta y hoy, para alivio de los jugadores, llegará a su final. La preparación en estos primeros seis días fue a doble turno y la semana que viene será igual. Luego, viajarán a Buenos Aires en busca de amistosos preparatorios.