Actividad ecuestre y terapia: grandes lazos de sanación

Actividad ecuestre y terapia: grandes lazos de sanación

A través de la equinoterapia, personas con algún tipo de discapacidad física o mental, mejoran su calidad de vida.

UN FIEL COMPAÑERO. El caballo cambió la forma de ver la vida de los chicos que asisten al centro de rehabilitación y de su directora, Rossana Pérez (derecha). UN FIEL COMPAÑERO. El caballo cambió la forma de ver la vida de los chicos que asisten al centro de rehabilitación y de su directora, Rossana Pérez (derecha).
20 Enero 2021

Conocido por distintos nombres, el caballo, gracias a su sensibilidad y tranquilidad, con el pasar de los años, acrecentó y fortaleció una relación de mutuo cariño con el ser humano. En sus comienzos, fue destinado para la guerra, la agricultura y el transporte. Pero, en la actualidad, además de ser utilizados para el deporte, son considerados una pieza importante para integrar, rehabilitar y educar a aquellos que lo necesiten. Es este un amor incondicional.

Ahora, ¿si tuvieras la posibilidad de ayudar a otros, lo harías? Rossana Pérez, llevaba una vida como cualquier otra persona. Con sus hijos, Agustín y Valentina, realizaba tareas diarias como cuidar de sus caballos y trabajar en la granja. Sin embargo, de un día para el otro, todo cambió. En 2003, Agustín contrajo una extraña enfermedad: el Síndrome de Landau-Kleffner (SLK), caracterizado por un desarrollo gradual o repentino de la afasia (incapacidad de entender o expresar el lenguaje). Un día, Rossana decidió dejar que su hijo uno de los caballos que se encontraban en la granja. A la noche, ella notó algo diferente: cuando él montaba, las agitaciones disminuían. Entonces una idea vino a su cabeza: ¿por qué no ayudar a todos los niños a través del caballo? De ese modo, años más tarde, nació la fundación de equinoterapia La Vidalita.

COMPROMISO AL 100%. Los más pequeños siempre son acompañados por dos personas, incluso hasta tres para su seguridad. COMPROMISO AL 100%. Los más pequeños siempre son acompañados por dos personas, incluso hasta tres para su seguridad.

“Para lo drástico que era el diagnóstico, a los médicos les llamaba la atención ver que él estaba bien. Ahí surge la necesidad de invitarlos a los que conocía de la sala de espera, para qué vayan a hacer equinoterapia”, dijo Rossana, presidenta y fundadora.

LA EDAD ES SÓLO UN NÚMERO. Una mujer de 84 años, por recomendaciwón de su médico, realiza su rehabilitación con caballos. LA EDAD ES SÓLO UN NÚMERO. Una mujer de 84 años, por recomendaciwón de su médico, realiza su rehabilitación con caballos.

La Vidalita (llamada así por la canción popular y por la recurrente visita de cantantes al lugar) nació en una granja ubicada en Las Talitas. En la actualidad, gracias a la Caja Popular de Ahorros, funciona en el hipódromo de Tucumán (avenida Benjamín Aráoz e Irineo Leguisamo). Caracterizada por sus distintas casas de colores, allí trabaja un equipo interdisciplinario integrado por un kinesiólogo; una psicóloga; una maestra de educación especial; un profesor de educación física y una fonoaudióloga. Gracias a ellos, los chicos pueden ser jinetes y amazonas (nombres que se les da a las personas que montan) con el animal que más vida les transmite: el caballo.

La equinoterapia (también denominada terapia ecuestre) se remonta a tiempos de los griegos, pero el tratamiento como tal nació en México, en 1969, gracias al preparador físico Rogelio Hernández Huerta. Esta terapia está destinada a personas con algún tipo de discapacidad y su objetivo es tratar enfermedades físicas y psíquicas, gracias al caballo. Si bien, muchas condiciones son tratadas por esta práctica, son muy beneficiosas para los niños con espectro autista y otros trastornos del neurodesarrollo

FELICIDAD PURA. Con el cumplimento de los respectivos protocolos, los más chicos pueden distenderse en el taller de arte, mientras esperan que su caballo esté preparado para montarlo. FELICIDAD PURA. Con el cumplimento de los respectivos protocolos, los más chicos pueden distenderse en el taller de arte, mientras esperan que su caballo esté preparado para montarlo.

“El autismo es una condición de origen neurológica. Su base es genética y se manifiesta en edades tempranas, con síntomas como la falta de comunicación e interacción social”, aseguró la licenciada en fonoaudiología María del Huerto Ruiz Borsini.“El humano aprende por imitación, a través de las neuronas espejo, que se activan cuando una persona observa cómo otro sujeto ejecuta una acción y gracias a ellas comprende lo que sienten y piensan. Según estudios, en los chicos con autismo, estas neuronas no tienen la misma intensidad”, detalla Borsini.

La directora explicó cómo estos chicos pueden comunicarse“Hay un nene que siempre montaba un caballo, llamado ‘Tiro al blanco’. Por las enfermedades, nosotros vamos cambiándolos. Ese día al subirlo en otro distinto, se dio cuenta de que era de un color diferente y se largó a llorar”.

En este lugar, aquel que necesite, va a encontrar a un compañero que lo ayude. “El caballo es un amigo sincero, te acepta como sos. Siempre te va a estar esperando”, dice con firmeza Pérez. (Producción periodística: Gonzalo Cabrera Terrazas)

De todo un poco para hacer

Con el paso del tiempo, además de brindar rehabilitación con el caballo, La Vidalita inauguró una sala de fonoaudiología y de psicomotricidad. Además, implementó distintos talleres y una huerta. Allí, tanto los papás cómo los niños que asisten, aprenden la importancia de trabajar unidos por un bien en común.

Para los más grandes (19 a 30 años), se creó un Taller de Entrenamiento Laboral, destinado a enseñarles cómo deben realizar su labor en un empleo. Con la modalidad de un bar, aprenden a servir té a sus padres, a administrar el dinero, trabajar como mozos, incluso, cocinar.

Debido al tiempo que toma la preparación de los caballos para ser montados y comenzar con la rehabilitación, en una de las “casitas” de colores, se montó un Taller de Arte. Con la ayuda de la nueva maestra de educación especial, los chicos pueden dibujar y pintar.

Otra alternativa para los más pequeños es el sector de jardinería. Con un gran compromiso por parte de los padres para cosechar, regar y plantar, los niños incorporan conocimientos sobre la naturaleza y su entorno.

Por otro lado, se encuentra abierta la inscripción de los talleres de verano. A partir de los tres años, pueden asistir los martes, miércoles y jueves, de 8 a 11. Para el público en general, de 17 a 19.30.

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