Con la próxima llegada de cinco millones de dosis de la vacuna rusa “las clases podrían estar tranquilamente comenzado”. Serían la puerta para garantizar la presencialidad en las escuelas. Es lo que deslizó ayer a LA GACETA, a minutos de embarcarse a Buenos Aires, el diputado nacional Pablo Yedlin. Si bien lanzó varias definiciones, la charla comenzó con una consulta sobre unas declaraciones suyas que sacudieron el ámbito de la Salud por sus implicancias hasta políticas. Había señalado a un matutino porteño que “se cometieron errores gravísimos a la hora de comunicar sobre la vacuna rusa”. Viniendo de alguien al que suele señalárselo como posible reemplazante de Ginés González García, hizo bastante ruido. Apuntó que no fue interpretado, y del diálogo surgieron otras definiciones referidas al inicio de las clases, sobre la autorización de la Anmat a la Sputnik V y a la eficacia de la vacuna.
- ¿Es así como dice realmente, que hubo errores de comunicación gravísimos?
- No dije eso. Me parece que se malinterpretó. Estos ruidos, errores en la comunicación, no son sólo del Gobierno nacional, son también de los medios y de la oposición. Todos haciendo ruido para algún lado generan incertidumbre, desconfianza en la gente, que no sabe si las vacunas sirven, si son buenas o no son buenas. Eso no es bueno para las vacunas en general, y obviamente para esta vacuna en particular. Y salió eso, sobre problemas con (Carla) Vizzotti. En realidad son temas muy sensibles, que tienen que manejarse con mucho cuidado, con mucho profesionalismo en una mesa de comunicación. Una cosa es discutir en una mesa técnica si maximizamos con una dosis, antes de poner la segunda -cosa que se discute en el mundo-, y otra distinta es llevarlo a la esfera de la comunicación pública, donde uno escucha una versión, u otra, y la población se asusta. También hay que reconocer que hay un grupo de gente que dice cosas incorrectas, como que la vacuna rusa no tenía autorización de Anmat, o que la autorización de Anmat es floja, y eso es mentira: la autorización de Anmat es absolutamente igual que la autorización que tiene Pfizer, o la que tendrá Oxford, o cualquier otra. Con lo cual uno debería estar absolutamente tranquilo en la Argentina de que las medicaciones que Anmat autoriza tienen por detrás el estudio suficiente que nos garantiza que es menos grave vacunarse que no vacunarse, sobre todo si uno es grupo de riesgo.
- ¿Se ha politizado el tema sanitario por el año electoral?
- Sucede, la sociedad está sanitizada, más que politizada. Como el tema transcurre entre médicos, epidemiólogos, infectólogos, fase 3, virus, y bueno la política también se sanitiza, o todo se politiza. Es un problema, pero es un problema que esta pandemia ha generado. Somos la generación que nos tocó esta pandemia, pero en algunos temas que hacen a la confianza de la población y a la conducta de la población tenemos que ser muy cuidadosos, sobre todo los comunicadores, no puede ser que haya una diputada que diga “yo no sé qué mierda le ponen a la vacuna”. No está bien, porque no hay ninguna vacuna que contenga esos ingredientes. La verdad es que es casi mágico que a un año de la aparición de un virus podamos tener una, tres o cinco vacunas usándose; una decena que vienen detrás y que todas terminan siendo efectivas y seguras.
-Empezó el plan de vacunación, pero ¿cuándo se podría hablar de vacunación a toda una población como la argentina?, ¿se puede hablar de plazos?
- Creo que hay un momento que será importante, esta semana o la que viene, cuando la Anmat autorice, si los datos son suficientes, la vacunación en mayores de 60 años. Otro punto importante es la llegada de los cinco millones de dosis prometidas: cuatro millones de componente uno y un millón de componente dos; con esa llegada esto está lanzado. Porque tenés un volumen importante. Sobre 300.000 dosis, en Tucumán recibimos unas 12.000, en cinco millones la cifra será significativa. Esa es una patriada para todas las provincias y ya no son sólo los médicos, sino los mayores de 50, de 60, de 70, los docentes; una población importante y vas a tener que hacer un sistema muy rápido. En eso trabaja el equipo del Ministerio de Salud.
-¿Esa vacunación, esa cifra de cinco millones, es una puerta a la presencialidad en las escuelas o se necesitarían más para despejar las dudas de los maestros?
- Con esta cantidad de vacunas podemos vacunar tranquilamente a todos los docentes, en Tucumán creo que tenemos 50.000. La primera dosis seguro, y la segunda 21 días después; eso más protocolo, tranquilamente las clases podrían estar empezando. Igual sobre el tema de la vacuna hoy, lo que se sabe, es que son eficaces para evitar la enfermedad, las formas graves y la muerte. No se sabe cuánto impiden la transmisión del virus, se sospecha; pero son temas que se están estudiando, porque hay vacunas que son esterilizantes. Vacunando para sarampión el sarampión desaparece, pero hay otras vacunas como para gripe, por ejemplo. Si vacunas para gripe, tenemos menos casos graves de gripe, pero la gripe no desaparece. No sabemos todavía cómo se va a comportar la vacuna coronavirus, si como gripe o como sarampión, si es esterilizante en el sentido de que la sociedad deja de tener el virus circulando o si el virus sigue circulando, pero al vacunar a los grupos de riesgo evitas formas graves. Ese es el objetivo que se persigue.