Messi perdió la brújula y el control

Messi perdió la brújula y el control

NO LO PUEDE CREER. Messi se fue expulsado por primera vez en 753 partidos oficiales con el primer equipo de Barcelona. Una clara muestra de su frustración. NO LO PUEDE CREER. Messi se fue expulsado por primera vez en 753 partidos oficiales con el primer equipo de Barcelona. Una clara muestra de su frustración.
18 Enero 2021

No existe mejor imagen para ilustrar el extraño presente de Barcelona y de Lionel Messi que la del propio 10 yéndose de la cancha expulsado en una final de Supercopa por haber golpeado a un rival. Que el rosarino viera la roja, algo que nunca había pasado en sus 753 encuentros con el club catalán (sin contar la que recibió cuando jugaba en la filial), resume su frustración por no haber sido el conductor que su equipo requería y porque, más allá de la eficacia goleadora que mostró en los primeros partidos del año, sigue sin ser el jugador determinante que era hasta hace un tiempo.

Con la pelota en otro sector del campo y la derrota a segundos de consumarse, “Lio” descargó su impotencia con un golpe de puño sobre Asier Villalibre, inadvertido para el árbitro Gil Manzano, pero no para el VAR. La expulsión del capitán fue un agravante para Barcelona, que dejó pasar la oportunidad de cortar la sequía y darle algo de alivio al ciclo del cuestionado Ronald Koeman. Antoine Griezmann lo puso en ventaja dos veces, pero el conjunto vasco logró emparejar con tantos de Oscar De Marcos y Villalibre, y en la primera mitad de la prórroga, Iñaki Williams se encargó de sellar el 3-2 con un disparo al ángulo, inatajable para Ter Stegen.

Un atenuante para Messi es que no estaba al 100% físicamente. De hecho, hasta último momento estuvo en duda su participación a causa de la molestia que arrastraba en el bíceps femoral izquierdo y que lo habían dejado fuera de la semifinal contra Real Sociedad. Sin embargo, en el hecho de que no fuera determinante como sí lo fue en muchas finales de las 30 que jugó (en las cuales marcó 29 goles, dio 13 asistencias y levantó 24 copas) también influyó la falta de motivación que encuentra Lionel en este Barcelona.

La reconstrucción post debacle ante Bayern Munich llevará tiempo, pero cada vez parece más difícil que Messi llegue a vivir una nueva primavera en el Camp Nou. Ganar la novena Supercopa para el club podía haber ayudado a que el rosarino reconsidere su intención de mudarse la próxima temporada, pero la situación parece cada vez más difícil de revertir. Si bien la Liga española todavía está lejos de definirse, la desventaja con Atlético Madrid sigue siendo difícil de remontar, lo que deja al “Barsa” con la Copa del Rey como objetivo más concreto, al menos por ahora. Claro que, más importante que eso, es tratar de que Messi recupere el fuego interno.

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