Los datos que el sondeo realizado por D’Alessio Irol y Berensztein arrojan que ocho de cada 10 argentinos apuntan a una renovación en la dirigencia política con una postura moderada. Ante esto, políticos tucumanos dieron su punto de vista a LA GACETA y coincidieron en que los cambios dentro del sistema son saludables para sacar adelante a la Argentina.
El 2021 es un nuevo año electoral en el que se renovará la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio de la de Senadores, por lo que la política argentina se encuentra en un momento sensible; la oposición busca nuevas oportunidades y el oficialismo asegurar sus bancas. Aunque es prematuro realizar pronósticos sobre las votaciones, sí se puede analizar la situación política del país y en este caso, los argentinos reclaman más dirigentes de centro.
En Tucumán referentes de diferentes partidos políticos se mostraron de acuerdo con los resultados de la encuesta y afirmaron que una renovación en la dirigencia sería saludable. Los políticos coincidieron en su mayoría que el espacio a nuevos candidatos está abierto y que no es un tema generacional, sino de capacidad y de vocación.
José María Canelada (Juntos por el Cambio) afirmó que la renovación no es problema de edad o moderación sino de defender valores creando puentes con la sociedad. “Lo que hay que cambiar en Tucumán son las reglas de la política para poder transformar la provincia. Una provincia que tiene más de 300 partidos políticos reconocidos legalmente no tiene un problema de ‘nuevas fuerzas’, sino de un modelo caduco que está organizado para sostener privilegios, para que nada cambie aun cuando parezca que se cambia”, dijo el legislador.
También el concejal Alejandro Sangenis -h- (Vecinos de Yerba Buena) aclaró que la renovación no garantiza nada e hizo hincapié en que lo más importante debe ser la capacidad de un político en su desempeño, como el caso de Roberto Lavagna, a quien consideró un gran candidato que no supo alcanzar popularidad.
Por otro lado, para explicar la situación en nuestra provincia utilizó la figura del gobernador destacando que a pesar de que por su edad Juan Manzur no pertenece a la generación de “los viejos políticos’’, tiene las mismas actitudes que uno de ellos. En contraste, utilizó de ejemplo a Osvaldo Jaldo y a Germán Alfaro como dirigentes que demuestran un compromiso social y que serían capaces de sacar a Tucumán adelante.
Idoneidad y capacidad
Ariel García (UCR) también coincidió con la postura respecto del tema generacional y agregó que en la política existen jóvenes con mañas y vicios de la vieja política. Destacó que lo importante es la idoneidad de los candidatos o funcionarios para que la renovación sea genuinamente positiva. “No importa la edad ni otras condiciones, el valor agregado de una persona en la política es lo importante’’, aseguró.
“El cambio no es sólo de nombres, sino de ideas. Actualmente, un tercio del concejo somos de la nueva camada’’ comentó el concejal Agustín Romano Norri (UCR).
Entre los dirigentes jóvenes de la provincia, los más nombrados fueron Mariano Campero y David Mizrahi. Tanto el intendente de Yerba Buena como el edil capitalino fueron utilizados como ejemplo de funcionarios que llegaron sus cargos con menos de 40 años aportando nuevas ideas al sector político y manteniéndose en líneas generales dentro de una posición moderada.
Romano Norri, también destacó a Cambiemos como una coalición genuina en la que surgieron tanto nuevas ideas como nuevos nombres que llegaron para quedarse y afirmó que las elecciones primarias ayudarían a dar más participación a partidos emergentes.
Si bien la mayoría coincidió en que un cambio de dirigencia es necesario, hay quienes sostienen que algunas cuestiones no deben perder continuidad.
“No se resuelve la renovación con el surgimiento de nuevos espacios políticos, sino que lo que se necesita dentro de lo que existe es pluralizar las voces que no se escuchan dentro de las estructuras políticas o coaliciones existentes y visibilizar a los que tienen poco espacio por el peso del aparato partidario’’, sostuvo Sandra Manzone (Coalición Cívica).
La dirigente aseguró que aunque se necesita un alto nivel de oxigenación dentro del sistema, la experiencia en los espacios de control y rendición de cuentas de los representantes es clave. Además, destacó que en los últimos años aparecieron coaliciones semiestables que trajeron un principio de alternancia y equilibrio político bueno y necesario para la democracia. Con respecto a las PASO remarcó que es importante su sostenimiento para fortalecer los partidos políticos que vienen en desventaja.
Walter Berarducci (PJS), coincidió que la política como cualquier ámbito de trabajo tiene sus particularidades en las cuales se necesita continuidad, pero aseguró que en este caso, lo que no debe generarse es la perpetuidad del cargo. “Creo en la alternancia, por eso estoy en contra de aquellos que pelean por la reforma de la Constitución a los fines de eliminar el limitante de los dos mandatos que tienen los poderes”, dijo.
En cuanto a la moderación, el dirigente destacó el cumplimiento de la ley y recordó que los funcionarios sólo están al servicio de la ciudadanía y eso es lo que deben priorizar para no agrandar la grieta. “La ciudadanía está cansada de la grieta y exige que la dirigencia política deje de creer que es el ombligo del mundo y comience a dar soluciones concretas a la ciudadanía”, señaló.
Mizrahi (Frente de Todos) afirmó que las renovaciones sí se dan con la incorporación de jóvenes en la política y sostuvo que existe una responsabilidad propia de cada generación que nace de la experiencia y la formación. “Hoy las redes sociales les permiten a los jóvenes acceder a mucha información y en base a eso generar sus opiniones. Opiniones que son auténticas y que no están viciadas de conveniencia, solo se fundan en convicciones’’, comentó y aclaró que actualmente el país necesita de gente con experiencia y que las PASO implican la posibilidad de que aparezcan nuevas fuerzas.