“Queremos que el 2021 sea el año en que recuperamos la normalidad y la presencialidad en su máxima expresión en todo nuestro sistema educativo”, dijo el ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, a LA GACETA, al tiempo que apuntó: “en nueve de cada 10 hogares ha existido un proceso de continuidad educativa, pero eso no implica que los niños y niñas hayan aprendido a distancia lo mismo que aprendieron en la escuela, eso no ocurrió ni en Argentina, ni en el mundo”. El diálogo fue cómo sigue:
- Teniendo en cuenta que algunos gremios pretenden un aumento de sueldo y condiciones de seguridad garantizadas, ¿cómo va a ser la presencialidad?
- Primero, quiero dejar en claro la voluntad del Gobierno nacional y del Gobierno de Tucumán de que la presencialidad vuelva a ser el organizador de nuestro sistema educativo. Hemos visitados provincias del NOA para reafirmar el compromiso que hoy hemos hecho público con el gobernador Manzur. Todos somos conscientes de la trascendencia de volver a lograr que la presencialidad sea el ordenador del sistema educativo. También vivimos en un país muy extenso, lo que implica un aprendizaje de lo que ha sido la realidad del 2020, un año caracterizado por la incertidumbre. En marzo más del 90% de los países tomaron la decisión de suspender la presencialidad. Al mismo tiempo se fue construyendo un marco de evidencia en cuanto a lo que era la realidad de las escuelas en una pandemia que nunca vivió la modernidad. Es ahí donde un organismo como la OMS en mayo, y después en agosto, planteaba que las escuelas son un espacio de fuerte multiplicación de la covid. Luego, empezó a construirse una evidencia, a partir de septiembre, que planteaba la posibilidad, con protocolos seguros, de poder maximizar la presencialidad. En el caso de la Argentina, aprobamos los protocolos de regreso a la presencialidad segura el 2 de Julio, de manera unánime por las 23 provincias y la Ciudad de Buenos Aires. En el mes de agosto, San Juan, luego Formosa, Santiago del Estero, con avances y retrocesos tomaron la decisión de regresar a una presencialidad segura y cuidada. Y todo ese aprendizaje, como lo que hemos visto y analizado de otros países, nos permiten afirmar que podemos ir a un regreso seguro a la presencialidad. Por supuesto con la realidad de nuestro propio sistema educativo, que también ha sufrido mucho últimos en los cuatro años del 2015 al 2019, con la retracción de los procesos de inversión. ¿Qué implica el regreso a la presencialidad? Protocolos y maximizar esa presencialidad a partir de la realidad epidemiológica de cada uno de los territorios.
- ¿Todos los alumnos?
- Todos tienen que tener presencialidad. No van a ser de manera simultánea, hasta que logremos superar la pandemia. Sería un esquema dual o mixto. La mayor cantidad de días posibles en la escuela, que también nos permita la organización de aquellos días que determinados estudiantes se tienen que quedar en su hogar. Hay ciertas modalidades que pueden tener una expansión más grande de la presencialidad, como las áreas rurales, por la realidad epidemiológica y en muchos casos la característica de los establecimientos educativos, más espacio o menos alumnos.
-¿Cómo evalúa el proceso de continuidad educativa en Tucumán, en relación al NOA y al país?
- La realidad es que, más allá de la mirada subjetiva, tomamos la decisión de evaluar el sistema educativo. De evaluar la respuesta del Estado nacional y de las jurisdicciones para garantizar la continuidad educativa. En términos generales, el reflejo de esa evaluación nacional ha sido homogéneo en todo el territorio argentino. En cuanto a la continuidad educativa, en nueve de cada 10 hogares ha existido un proceso de continuidad educativa, pero quiero dejar en claro que eso no implica que los niños y niñas hayan aprendido a distancia lo mismo que aprendieron en la escuela, eso no ocurrió ni en Argentina ni en el mundo. El impacto educativo es profundo, pero la desigualdad no nació con la covid. La desigualdad, en Argentina, nació con la patria en 1810, y eso lo vemos reflejado en el norte grande argentino, donde tiene que haber mayor articulación y mayor inversión del Estado nacional, que es lo que se ve reflejado en nuestras políticas, para disminuir esa brecha de desarrollo y luchar contra esos indicadores de desigualdad. Y en esto también tenemos que ser claros. Los procesos de aprendizaje en el marco de la covid han hecho que nuestras aulas sean mucho más heterogéneas porque los aprendizajes han sido muy dispares hacia adentro de todas las escuelas y de todas las aulas. Por eso es tan importante algo que también aprobamos por unanimidad en el Consejo Federal, todo el proceso de reorganización pedagógica de cara al futuro. Hemos sido responsables en dejar en claro, más allá de lo que puede verse reflejado en redes sociales y en algún medio de comunicación, que no había promoción automática. No es que damos por aprendidos aspectos a los chicos y chicas que no han aprendido. Sí han pasado de grado los chicos, pero al momento de iniciarse la presencialidad, en el ciclo lectivo 2021, hay que realizar un diagnóstico que nos permita tener claro qué aprendieron, cuán heterogénea es cada aula. En eso se está trabajando, clarificando cada uno de los puntos con los equipos pedagógicos de cada provincia, para ver cómo debe ser el proceso de reorganización interna de cada aula, en aulas más heterogéneas, en chicos que han tenido un nivel de intensidad muy importante con la escuela, que es marcado por el acceso a la conectividad, por la cantidad de tiempo que podía estar mamá o papá en la casa, por la trayectoria educativa de mamá y papá, o inclusive no es lo mismo un hogar donde hay un hermano o donde son cinco. En cuanto al tiempo que cada adulto le puede dedicar a cada niño, a cada niño. Por supuesto, el 2021 es un año de reorganización pedagógica, que no quiere decir que se van a transitar todos los contenidos si no se reorganiza, cuestión que nos permita en el 2021, al momento de finalizar el año, que los chicos acrediten esos aprendizajes para poder promocionar al 2022. Un 2021 en el que también hemos tomado la decisión de evaluar todo nuestro sistema educativo para tener la claridad de lo que ha sido la realidad de la pandemia.
- En el caso que Tucumán, en marzo, tenga un promedio elevado de casos por día, ¿sigue igual? ¿Está previsto algún cambio por la situación epidemiológica?
- Por supuesto que si observamos el mundo, la realidad epidemiológica es la que va a marcar la profundidad de la presencialidad. Pero queremos dejar en claro a las familias tucumanas, a las familias de toda la Argentina: la prioridad del Gobierno es por sobre todo la presencialidad de nuestra escuela. Por supuesto que en realidades epidemiológicas de extrema complejidad se tendrán que tomar decisiones. No es el escenario que esperamos para el primero de marzo. No me gusta hacer futurología. Lo que quiero decir es que cada decisión que va a tomar nuestro Gobierno, que va a tomar cada una de las jurisdicciones, en este caso del gobernador Juan Manzur, vamos a tener este concepto que compartimos. Este año es un año central para nuestra escuela, para recuperar aprendizajes, para poder acompañar el impacto subjetivo que ha tenido la pandemia a nuestros niños y niñas. No todos reconocemos la complejidad que ha implicado esta pandemia, pero también reconocemos el enorme esfuerzo de toda nuestra comunidad educativa.
- En el caso de que haya docentes que se nieguen a la presencialidad por seguridad, ¿qué se hará?
- Hay dos cuestiones importantes. Primero, docentes que estén en grupo de riesgo por edad o por una patología previa van a tener que sostener su trabajo a la distancia. Lo mismo con los estudiantes, hasta que estén vacunados y podamos garantizar no exponerlos a un riesgo innecesario. El segundo aspecto se vincula al inicio del proceso de vacunación, que no es condición indispensable para la presencialidad, pero sí va a fortalecerla y lo vamos a iniciar en el mes de febrero. Vamos a definir la semana próxima con todas las provincias lo que va a ser la priorización del proceso de vacunación de nuestros docentes. Y la vacunación se va a hacer a partir de cada una de las jurisdicciones. Por supuesto, nosotros vamos a trabajar en generar todos los consensos. Pero somos promotores de la máxima presencialidad posible y segura en nuestras escuelas.
-¿Qué planes existen para reconectar a los alumnos que se desconectaron en 2020?
- Ahí está el gran desafío que tiene nuestro sistema educativo y que tiene nuestra sociedad, ese 10% de estudiantes que han tenido menor nivel de intensidad con la escuela, que son un poco menos de un millón de estudiantes. Es importante remarcar porque hay algo que nosotros nunca vamos a hacer: desconocer la realidad que transitamos. Ninguna política pública puede desarrollarse, mucho menos una educativa, si no somos conscientes del territorio y de la realidad social que pretendemos abordar y resolver. Por eso para nosotros ha sido tan importante la evaluación nacional y remarcar también, que el proceso de educación a distancia, con todas las instancias de presencialidad que se transitó a lo largo de los últimos meses del 2020. Pero también fue un proceso muy desgastante para toda la sociedad. Y ahí vemos que el nivel de continuidad pedagógica sufrió impactos en distintos momentos del año, lo que ha profundizado la heterogeneidad de nuestras aulas de cara a la presencialidad. Nosotros hemos aprobado, en el marco del Consejo Federal, el programa Acompañar Puentes de Igualdad, que implica respuestas específicas para afianzar la presencia del Estado nacional, provincial e inclusive la articulación con organizaciones sociales y con municipios en lo que debe ser generar el vínculo con todos estos chicos y chicas. Hoy estuvimos con el gobernador Manzur y con el ministro Lichtmajer, presentando lo que es el Acompañar Verano, aquí en Tucumán, a partir de distintas actividades socioeducativas ver cómo vinculamos a los chicos, cómo los preparamos para el inicio del ciclo lectivo 2021. Y también una instancia que hay que dejar en claro, en esa heterogeneidad de aulas, que va a implicar también ir a buscar a los chicos para que vuelvan a nuestra escuela, principalmente en la escuela secundaria, donde tenemos la mayor preocupación, el mayor desafío, vinculado a la terminalidad en tiempo de la escuela, la mitad de los chicos y chicas no terminan a término en la escuela secundaria. Esto es previo a la pandemia. Hay un fuerte desgranamiento. Varía según jurisdicción, pero en términos generales, en el segundo y tercer año del secundario, y para eso hacen falta abordajes específicos para acompañar las trayectorias. Y por supuesto, uno de los puntos centrales de cara a la vuelta a la presencialidad es la promoción acompañada a aquellos chicos que han tenido menor nivel de vinculación o nula vinculación. Van a necesitar un mayor acompañamiento pedagógico por parte de cada escuela. Y es ahí donde van a trabajar los grupos pedagógicos en cada institución.
- ¿Se sabe qué porcentaje de alumnos en Tucumán han estado desconectados? Y, los alumnos del último año de primaria y el último año de secundaria, ¿tienen que volver a hacer algo a un paso por la escuela, el colegio o ya van directamente a la universidad?
- Los alumnos que han terminado la secundaria, que han recibido la finalización de los estudios, pueden ir a la universidad y hemos tomado la decisión, con todo el sistema universitario, de poder extender la presentación de toda la documentación que acredita la finalización de la escuela secundaria hasta durante todo el 2021. Y también hemos acordado la posibilidad de postergar el inicio de los primeros años del sistema universitario para darle tiempo a aquellos chicos que todavía no han terminado el secundario lo puedan hacer. En términos generales, en la Argentina lo definen cada jurisdicción, pero puede ser hasta el 30 de abril. Por supuesto, ahí hay una oportunidad (lo hemos hablado con los rectores y rectoras y con los ministros) de afianzar algo que para nosotros es central: el vínculo entre los distintos niveles. El vínculo entre la escuela secundaria y la universidad. El vínculo entre la escuela primaria y la escuela secundaria para afianzar ese tránsito que produce un fuerte nivel de estrés para decirlo de alguna forma. Y hay un desgranamiento inicial muy importante. Así que eso para nosotros es un punto. En términos del promedio en la Argentina han sido un poco más del 9% los niños y niñas que no han tenido vinculación estrecha con la escuela, esto quiere decir dos o tres contactos o menos por mes con el establecimiento educativo. Que es lo que nosotros marcamos como falta de continuidad pedagógica.
- ¿Qué planes hay para llevar conectividad a zonas desfavorables a lo largo del país?
- En el año 2016, se tomó la decisión de abandonar Conectar Igualdad y en toda Argentina se dejaron distribuir computadoras. Eso es un costo social que está pagando nuestro país. Por supuesto, no es que a partir de la continuidad de Conectar Igualdad, que implicó que entre el 2010 y 2015 se distribuyan 5,3 millones de computadoras, se hubiese resuelto la continuidad pedagógica, pero hubiese ayudado muchísimo. Porque la tecnología no resuelve, pero es un factor importante, es lo que más condiciona esa continuidad educativa. El Gobierno con la provincia ha desplegado una agenda analógica. En parte hemos distribuido casi dos millones de cuadernillos en la provincia de Tucumán a lo largo de todo el año. Hemos producido más de 3.000 horas de televisión y radio. En el caso de la radio, todos los días, 7 horas de radioclases. Por ejemplo, Radio Nacional dedicaba 7 horas de su programación para siete programas de radioclases, una para sala de 4 y 5, otro para primer grado y otro, para segundo y tercero de lunes a viernes. Produjimos también televisión. Fueron más de 150 radios que replicaban ese contenido educativo para acompañar al docente a la familia, ayudar a organizarla y generar esa continua pedagogía. Que no hubo país de América Latina que haya tenido la voluntad de despliegue de políticas de continuidad pedagógica como ha tenido la Argentina. Ahora, la interrupción de Conectar Igualdad fue un costo social que nosotros pretendemos resolver. Hemos distribuido más de 130.000 herramientas tecnológicas, netbooks y tablets. En el caso de Tucumán hemos distribuido casi 10.000 computadoras a lo largo del 2020, principalmente a los chicos que están en mayor situación de vulnerabilidad que cada decisión que nosotros tomamos implica priorizar por factores objetivos socio-educativos. Y en el caso de Tucumán, para el primer año del ciclo orientado del secundario. Al mismo tiempo, en el presupuesto 2021 hemos casi triplicado la inversión en nuestro plan de conectividad Juana Manso. Ha crecido más del 270%. Estamos en pleno proceso de adquisición con recursos del presupuesto 2020 de medio millón de computadoras. Es una inversión superior a los $ 12.000 millones de pesos. Computadoras que se van a distribuir también por factores socio-educativos, priorizando la llegada de esas computadoras. Y además, hemos tomado la decisión en la priorización de la distribución de esas computadoras a lo largo del primer semestre del 2021. Priorizar a la educación intercultural bilingüe y a la educación rural, que además son sectores de nuestra sociedad que presentan los mayores niveles de derechos vulnerados. Y es ahí donde tiene que haber mayor estado y, por supuesto, haber casi triplicado la inversión de nuestro plan Conectividad implica también avanzar en la conectividad de nuestras escuelas por parte de la inversión del Estado nacional. Otro aspecto que ha sido central es la decisión del Gobierno en la tarifa social que incluye la conectividad. Esto no resuelve, pero es un avance importante. Y el último avance también para nosotros, es que el Estado Nacional ha garantizado a partir de las gestiones ante las tres empresas de telefonía celular, la gratuidad y la navegabilidad, no solo en nuestro portal Juana Manso, no sólo el portal seguimos educando, sino también de los portales, en las 57 universidades nacionales y de los portales de las jurisdicciones. ¿Y esto qué implica? Que desde un celular no consume datos cuando uno navega, que ocurre en la mayoría de los hogares argentinos y los hogares de menores ingresos en la web desde un celular no paga velocidad, lo que paga ese dato, a diferencia cuando tiene banda ancha. Entonces estos son aspectos importantes que tenemos que tener en cuenta. Pero por supuesto, hay que avanzar en herramientas tecnológicas, en el acceso a la conectividad como instrumentos que permitan disminuir la brecha digital que se ha clarificado, o sea, iluminado a partir de la pandemia.
- La decisión de la vuelta de clases en Tucumán y en el resto de las provincias, ¿depende de cada gobernación o depende de la decisión del Ministerio de Educación a nivel nacional?
- Hemos reafirmado el compromiso de que la presencialidad se intensifique, vuelva a ser el organizador de nuestro sistema educativo y hemos establecido, en el marco del Consejo Federal, cada una de las pautas para permitir maximizar esa presencialidad. La decisión final es de cada una de las jurisdicciones, pero estamos construyendo los consensos necesarios, como hemos hecho en estas tres primeras provincias que hemos visitado del NOA (Tucumán, Salta y Jujuy). El compromiso del gobernador Gustavo Sáenz, del gobernador Gerardo Morales, del gobernador Manzur, de que la presencialidad vuelva a ser el ordenador del sistema educativo y que en la fecha establecida por cada una de las jurisdicciones comiencen las clases y estén nuestras escuelas abiertas. En el caso de Salta y Tucumán el 1 de marzo, en el caso de Jujuy el 17 de febrero para la escuela primaria y el 22 de febrero para la escuela secundaria.
- Si no hay agua en la escuela, ¿cómo sería?
- Si no hay agua, tenemos que resolver eso, y se ha trabajado durante este 2020 en la provincia de Tucumán, con recursos propios y aportes del fondo Covid-19 nacional. Eso para nosotros es un punto central y por supuesto, somos conscientes de todo lo que hay que resolver en las distintas jurisdicciones.