Fueron a pedir hielo y robaron hasta la tablet de una niña con sus cuentos personales
“Que se vayan. Que roben lo que sea, pero que se vayan”, pensó María Granillo, en momentos en que uno de los delincuentes le tapaba la boca con la mano. Segundos antes, dos jóvenes con capuchas la habían sorprendido para poder ingresar a la vivienda por la perta que daba a la calle. “Estaba con mi esposo, y mi hija mayor, en el baño; los otros chicos habían salido. Ahí, tocaron el timbre y fui a atender. Era mi vecino que pedía hielo. Me dirigí a la heladera, saqué una botella, agarré la llave y cuando abrí, me apareció un chico encapuchado con una punta”, relató.
Eran las 22.42, cuando los atacantes lograron entrar a la casa de la mujer, en Villa Mariano Moreno. “(Uno de ellos) me amenazó y me pidió los celulares. Pero me tapaba la boca y casi no me dejaba respirar. Me decía callate, callate, porque te doy un puntazo”, recordó.
Claudio Lauxmann, esposo de Granillo, observó en su celular las imágenes al instante que tomaba la cámara de afuera de la vivienda. “Había sentido el timbre, pero no veía nada. Después de un minuto, mi señora me volvió a gritar que nos habían robado. Me gritaba ‘creo que el vecino nos entregó’”, contó.
Los asaltantes en poco tiempo sustrajeron de la casa varios elementos, entre ellos, la Tablet de la hija más chica. Durante la pandemia, la niña se había convertido en una gran lectora. Ese impulso personal la llevó luego a comenzar a escribir un cuento. Hasta la noche del robo, llevaba 14 capítulos (de una posible novela), según contaron los padres.
“Se trataba de la historia de una familia. Los padres no dejaban salir (a sus hijos), pero se escaparon y se fueron a la casa de una amigo. Le pasaron cosas y sin querer se perdió un hermano”, describió la niña de 9 años.
Los jóvenes se llevaron de la vivienda un celular, esa Tablet, un bolso con un teclado y una notebook. “Hay cosas que tienen su precio, pero otras que tienen un valor sentimental y no monetario”, enfatizó el padre. Los Lauxmann ofrecen ahora una recompensa por información que permita hallar la Tablet con el cuento de la hija menor. El número de contacto es: 381-5319465.
“Me sorprendió mucho. Apreciaba a mi vecino, pero no me cabe cómo pudo haber hecho esto”, se lamentó la mujer.