Conseguir dosis suficientes como para abarcar la mayor cantidad de población sin tener que frenar el ritmo de vacunación es el objetivo del presidente Alberto Fernández. Es por eso que esta semana comenzará negociaciones con la farmacéutica norteamericana Moderna. La vacuna de esta empresa ya fue aprobada en los Estados Unidos, es efectiva en los grupos de riesgo de mayores de 60 años, su precio ronda los U$S35 y ya fue vendida a la Unión Europea, Japón, Canadá, Reino Unido e Israel.
Mientras aguarda que se confirme el día y la hora de su reunión con Moderna, el jefe de Estado espera una respuesta del departamento jurídico de Pfizer, según informó el portal Infobae. La secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra, remitió a Estados Unidos la última propuesta del Gobierno para lograr un equilibrio entre las necesidades de inmunidad que pretende Pfizer y los derechos soberanos de la Argentina. Todavía no llegó la réplica de la compañía de los Estados Unidos, pero en la Casa Rosada se especula con que la firma está en dificultades para cumplir con sus contratos de provisión de vacunas.
Esta semana, además, llegarían las 300.000 segundas dosis de la vacuna rusa Sputnik V con la que se está inoculando al personal de salud de la primera línea de combate contra el coronavirus. Está previsto que un nuevo vuelo de Aerolíneas Argentinas traiga el cargamento de Moscú, tal como sucedió con las 300.000 primeras dosis. Con la segunda aplicación se alcanzaría una inmunidad superior al 90%, de acuerdo con los informes de Gamaleya.
El país acordó con el Fondo Ruso para la provisión de millones de nueva dosis que llegarían entre este mes y el siguiente. Se indicó que entre el 21 y el 31 de enero estarían llegando cuatro millones de la primera dosis y un millón de la segunda. En febrero estarían entrando seis millones de la primera dosis y nueve millones de la segunda. Y en marzo, además, otras 10 millones de dosis.
En tanto, las negociaciones emprendidas entre Ginés González García y la empresa Sinopharm aún continúan abiertas. La compañía china, que responde a las órdenes directas de Xi Jinping, propone un precio cercano a los 35 dólares por vacuna. Un número que el Ministerio de Salud aún regatea a la espera de una decisión política ejecutada por el presidente del gigante asiático.
En tanto, la colaboración argentino-mexicana en la producción de la vacuna Oxford-AstraZeneca tuvo este fin de semana su correlato político ya que vino una delegación de ese país para acordar con funcionarios locales los detalles de la elaboración de esa vacuna contra la covid-19, analizar las estrategias de ambos países en torno a la pandemia y compartir la experiencia argentina con la Sputnik V, en la que también está interesado México. “Es una alternativa atractiva para nosotros”, reconocieron.