“Tengo el brazo preparado, con el algodón y el alcohol en la mano listo para recibir la vacuna”. El comentario es del ministro de Desarrollo Productivo, Juan Luis Fernández, al referirse a su predisposición para ser parte del plan masivo de vacunación. Su par de Economía, Eduardo Garvich, tiene la misma sensación. “Soy mayor de 60 años y espero el turno para poder recibir la vacuna, no importa cual sea; sólo que nos inmunice contra la Covid-19”, dice el conductor del área económica provincial. Fernández complementa a su colega con otra frase: “todas las vacunas son buenas y en la Argentina tenemos uno de los calendarios de vacunación más completos del mundo y a cargo del Estado”.
El gabinete saca turno y los primeros en recibir la dosis podrían ser precisamente los mayores de 60. En esa nómina también se incluye a la secretaria general de la Gobernación, Silvia Pérez, que divide su tarea entre el home office y la tarea presencial que demanda su cargo, más en esta época, cuando hay que ponerse al día en las cuestiones administrativas del Poder Ejecutivo.
Lo que sí está más cercano es la vacunación de la ministra de Salud Pública, Rossana Chahla, que mañana acudiría a uno de los nodos para recibir el Complemento “1” de la vacuna rusa. Chahla ha dicho a LA GACETA que en las próximas horas llegará a Tucumán una segunda remesa desde Buenos Aires con 6.300 dosis que servirán para inmunizar a otra franja de los empleados de la salud, tanto pública como privada, y, de ser posible, a una franja de la seguridad.
Una de las alternativas a definir es anticipar el calendario vacunatorio para los adultos mayores de 60 años. Ese sector social ha quedado expuesto al contagio a raíz de las reuniones sociales y por el hecho de que, muchos de ellos viven en la misma casa con jóvenes que han asistido a encuentros masivos en las tradicionales fiestas de fines de año, según la evaluación oficial.
¿Y el gobernador Juan Manzur? La respuesta sigue siendo la misma: el mandatario esperará que las vacunas que lleguen desde Rusia alcancen para el personal esencial y, posteriormente, definirá cuándo se inoculará.
En el gabinete hay un dilema abierto. Por un lado, hay algunos funcionarios que consideran que vacunarse puede ser un gesto de confianza hacia la sociedad de que los productos que llegaron de Moscú tienen la calidad suficiente para inmunizarse frente al virus que sigue mutando y que ya ha presentado varias cepas nuevas. Por el otro, hay integrantes del minigabinete que siguen la línea de pensamiento del gobernador, es decir, que no es necesario quemar etapas para ocupar las dosis que pueden llegar a precisar adultos mayores con factores de riesgo.
“Yo me quiero vacunar con la primera que llegue. Es como un mensaje de confianza hacia la sociedad”, reconoce a nuestro diario el ministro de Desarrollo Social, Gabriel Yedlin. No obstante, aclara que hay un esquema trazado por la Nación en función de la exposición y de la función estratégica que cumplen algunas áreas como Salud y Seguridad. Yedlin considera que en la misma línea deberían ubicarse los empleados de Desarrollo Social que, desde que se declaró la pandemia en marzo del año pasado, vienen realizando un trabajo territorial para contener las demandas de los sectores sociales más vulnerables. “No voy a comparar a un terapista con la labor de un trabajador social; pero éste último también se expuso a la Covid, con sus visitas, casa por casa, para asistir a la población, para atender casos de violencia de género, merenderos o comedores”, indicó. El Ministerio de Desarrollo Social cuenta con una dotación estimada de 1.500 empleados.
Por debajo de los 60
“Me vacunaré cuando me convoquen. Los funcionarios siempre estuvimos expuestos al virus. Toda vacuna es buena”, dice el ministro de Seguridad, Claudio Maley, cuya edad está por debajo de los 60 años. En la misma línea están Miguel Acevedo (Interior), Carolina Vargas Aignasse (Gobierno), Juan Pablo Lichtmajer (Educación) y Federico Nazur (Fiscalía de Estado). “Iniciamos este 2021 con muchas energías y expectativas pero con precaución con respecto a la situación sanitaria. La perspectiva que tenemos es poder ampliar el operativo de vacunación y la pronta llegada de nuevas vacunas para los médicos esenciales”, señala Vargas Aignasse.
El gabinete no tendrá respiro este verano. El gobernador, que no tiene previsto tomarse licencia, ha autorizado que los descansos de sus funcionarios sean acotados, en un promedio de cinco días hábiles, según revelan los ministros a nuestro diario. La vacuna no será un regalo de cumpleaños para Manzur, que mañana celebrará sus 52 años, recorriendo obras con el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis.