“Los controles de ruta que realizamos desde la institución fitosanitaria son parte de la política que lleva adelante el Senasa y que nos permite asegurar la inocuidad y calidad de los productos agropecuarios permitiendo que los alimentos lleguen al consumidor como corresponde”, afirmó el Director Regional del Senasa Noa Sur, Eduardo Castro.
Los controles tanto en puestos fijos como en los móviles, son una parte integral de controles que también se dan en el origen del establecimiento productivo, como en el destino final, buscando la forma en que el transporte de alimentos de origen vegetal y animal lo hagan en regla, cumpliendo con todos los requisitos necesarios que aseguren la trazabilidad de los productos.
Es necesario que el transporte cumpla formalmente con la habilitación de los vehículos, que lo transportado tenga su DTV-e en lo referente a productos vegetales y su DTE en productos cárnicos y animales en pie
“Es importante que se cumpla con esto ya que el no cumplimiento provoca la interdicción de lo transportado hasta que se cumpla con lo requerido para poder continuar con el transporte”, explicó el funcionario.
Los controles son fijos o móviles en rutas de la provincia y de la región donde existe transito federal, por lo que es necesario que lo transportado cumpla con todas las reglas aún en movimientos internos.
Si se interdicta la mercadería hay plazos y pasos a cumplir, realizando los descargos correspondientes y presentando la documentación faltante que avale lo que están transportando.
Si no se cumple con los plazos y con la documentación la mercadería es decomisada.
La mercadería que es decomisada, si presenta riesgo fitosanitario debe ser destruida o desnaturalizada. “Con un previo análisis para demostrar que es apta puede ser donado para su consumo y si finalmente lograr cumplir con todos los requisitos puede ser enviada nuevamente a su origen, sin permitir que esta mercadería continúe en tránsito a destino”, señaló. La mercadería decomisada que pueda ser donada para su consumo en general es enviada a entidades de bien público como el Banco de Alimentos de Tucumán, Fundación para el Desarrollo de Tucumán, merenderos escolares y comunitarios y a comedores municipales.
“Es importante comentar que los controles que realizamos son permanentes y en diversas rutas por lo que se pide a los transportistas, productores, a los propietarios de la mercadería y a los destinatarios que observen, conozcan y cumplan con todas las reglamentaciones vigentes y si es necesario recurrir al Senasa por dudas documentales para evitar los inconvenientes que surgen si no se cumple con los requisitos”, finalizó Castro.