Aún objetan la victoria de Biden

WASHINGTON.- El triunfo electoral de Joe Biden sigue siendo tema de debate en los Estados Unidos. A días de su asunción, 11 senadores republicanos anunciaron que se opondrán a la certificación que el Congreso de Estados Unidos debe hacer del resultado de las elecciones de noviembre. Esta medida podría retrasar la confirmación de la victoria del candidato presidencial demócrata, pero no impedirla.

“El Congreso debería nombrar inmediatamente una comisión electoral, con plena autoridad para investigar” un posible “fraude electoral”, dijeron en un comunicado siete senadores en ejercicio y cuatro electos, según la agencia de noticias Europa Press.

Los legisladores se hicieron eco de las acusaciones que el presidente Donald Trump, derrotado en su aspiración a ser reelecto, hizo desde que se realizaran los comicios sin presentar evidencias.

Los senadores sostuvieron que la comisión que reclaman debería realizar “una auditoría de emergencia de 10 días sobre los resultados” en los estados en los que la diferencia de votos fue muy ajustada. Sin esa auditoría “votaremos el 6 de enero para rechazar a los electores de los estados en disputa”, advirtió el grupo, encabezado por el senador por Texas Ted Cruz.

El Colegio Electoral ratificó el 14 de diciembre el triunfo de Biden, con 306 electores contra 232 de Trump, y las dos cámaras del Congreso deben reunirse el miércoles próximo para certificar ese resultado en un procedimiento que suele ser puramente formal.

De acuerdo con sondeos, en la Cámara de Representantes, que tiene mayoría demócrata, más de un centenar de republicanos planean votar contra la certificación. Sin embargo, en ninguna de las dos cámaras -el Senado tiene mayoría republicana- se espera que haya suficientes votos para que la iniciativa prospere.

En las últimas horas, Trump recibió un duro revés político desde su propio partido. El Senado, dominado por los republicanos, anuló por primera vez un veto presidencial para el presupuesto de Defensa.

Trump había calificado al proyecto como “vergonzoso” y lo había cuestionado por considerarlo como un “regalo” para China y Rusia y lo vetó, pero su medida quedó sin efecto.