A diferencia de los habitantes de Sidney, la capital australiana, donde tuvieron que conformarse con ver los fuegos artificiales por televisión, los neozelandeses sí pudieron asistir al tradicional espectáculo de fuegos artificiales.
El tradicional espectáculo de luces y sonidos en la bahía de Sidney esta vez sólo fue para verlo a través de una pantalla ya que la capital de Australia tuvo un rebote en los casos de coronavirus durante los últimos días.
A las 7 de la mañana de Argentina (10 GMT) los 300 mil habitantes de Kiribati y Samoa, en el Pacífico Sur, fueron los primeros en recibir el 2021.
Aunque en gran parte no se vieron afectadas por la pandemia, las naciones del Pacífico experimentaron una nueva forma de Año Nuevo, debido al cierre de fronteras, el toque de queda y el confinamiento, informó AFP.
En tanto en la estación balnearia Taumeasina, rodeada de palmeras cerca de Apia, la capital de Samoa, Tuiataga Nathan Bucknall, que dirige una propiedad, se enorgullece de poder acomodar a un número ilimitado de huéspedes, aunque aclaró que por la pandemia, esta vez la venta de alcohol se cortaba a las 11 de la noche.
La situación en Nueva Zelanda, otro de los países que primero recibe el 2021, fue similar. Tanto él como sus vecinos insulares del Pacifico Sur no tienen casos de coronavirus, por lo que las fiestas de Año Nuevo fueron las habituales.
Por otra parte en Japón el recibimiento del nuevo año encuentra a las personas dentro de sus casas, luego de que Tokio reportara un nuevo récord diario de contagios con alrededor de 1300 positivos, la primera vez que la capital superó la barrera del millar. En este contexto, la gobernadora Yuriko Koike pidió a la población que evite los eventos a medianoche y expresó su preocupación por las multitudes de compradores. "El coronavirus no entiende de Fin de Año ni de vacaciones de Año Nuevo", informó.