23 Diciembre 2020
VÍCTIMA. María Cristina falleció al caer desde un cuarto piso.
“A lo largo de todo lo que pasamos en este juicio sí temía que se pusieran en duda las causas de la muerte de mi hermana, pero a medida que pasaban los testimonios me quedó claro que tendríamos justicia”, indicó Natalia Ávila, la hermana María Cristina Ávila.
El 16 de diciembre la Justicia condenó a Gabriel Hernán Pérez Soto a prisión perpetua por el femicidio de su pareja. Según se investigó, “Maru” fue empujada por su novio desde el cuarto piso de un edificio luego de una discusión. Previamente, Pérez Soto la habría pateado en el piso y tomado del cuello. “Que se conociera que mi hermana había denunciado un ataque idéntico (al del día del crimen) nos dolió muchísimo; a nosotros no nos había contado de esa agresión en la que casi le quita la vida. Esa denuncia fue clave”, consideró.
-¿Qué les pareció la investigación del caso?
-Las fiscalas investigaron muy bien, tuvieron siempre en cuenta que faltaban cosas por lo mal que habían actuado los peritos al principio, pelearon para conseguir todas las piezas que faltaban en la causa. Creo que quienes intervinieron en la escena del crimen no tomaron en serio el caso. En la morgue anotaron a mi hermana como N.N. cuando estaban todas sus documentaciones y las de su bebé.
-De hecho, denunciaron violencia institucional en el caso.
-Sí, principalmente por el médico que realizó la autopsia, que si hubiera hecho bien su trabajo el juicio se hubiera elevado y resuelto antes, habría confirmado la causa de muerte. Entiendo que es una persona que estudió para poder hacer lo que hace y que debe mostrar respeto por la persona muerta, para que se pueda saber cómo murió. A nosotros no nos tomó en serio. No fue profesional. Tampoco puedo olvidarme de que Pérez Soto estuvo libre un tiempo porque el juez de feria, Mendilaharzu, según argumentó, leyó mal la causa y tomó una decisión errada. Pudo pasar cualquier cosa en ese tiempo. Otra cuestión es que este juicio volvió a demostrar que hay mujeres que hoy podrían seguir vivas si se hubieran tomado en serio las denuncias previas que hicieron. No puede ser que si una chica no llega molida a golpes no la tomen en serio en una comisaría ni le concedan una custodia. Hay que ver la forma de poder proteger a las víctimas a tiempo y también cuidar a los jueces que trabajan bien y que tienen perspectiva de género.
SENTENCIA. Se condenó a Gabriel Pérez Soto a prisión perpetua.
-¿Qué les dirías a otras víctimas de violencia?
-Que denuncien, que no se queden calladas. Hagan visible en las organizaciones estas cuestiones porque las van a acompañar; y que sepan que no hay un trasfondo político en estas instituciones: a mí nadie me pidió que lleve banderas ni vaya a manifestaciones a cambio de la ayuda que nos dieron. Hay organizaciones de mujeres que tapan esa ausencia del Estado.
-¿Hoy María Cristina puede descansar en paz?
-No creo. Soy madre y me pongo en el lugar de ella, siento que hoy estará más tranquila porque ella nos fue guiando a que tengamos justicia, pero en paz no, porque ella dejó en vida a un hijo que amaba con el alma. Ella hubiese deseado criarlo y cuidarlo como nuestros padres nos enseñaron: a ser respetuoso y trabajador; pero lo que nuestros papás nunca nos enseñaron es que en el mundo hay mucha gente mala, gente que puede arruinarte la vida. Hoy podemos decir sin reparos que Gabriel Pérez Soto fue el asesino de mi hermana.
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