Barrio Parque: fue apuñalado dos veces por un asaltante

“Aquí ya no sabemos qué hacer para vivir seguros. Casi mataron a un chico para robarle el celular. Te puedo asegurar que ahora la Policía vendrá, estará un par de días y después desaparecerá”, dijo Vilma Herrera, vecina de barrio Parque, vecindario que quedó espantado por un grave hecho de inseguridad.

El domingo, pasadas las 17, en las Torres –ese gigantesco complejo de departamentos ubicado en pasaje Borges y Mario Bravo- Horacio Racedo (39 años) se encontraba charlando con un amigo. El compañero se retiró por unos instantes y, en ese momento, un solitario joven se le acercó. El desconocido se arrimó y le aplicó una puñalada con un cuchillo para quitarle le celular. Luego le aplicó otro puntazo que le provocó otra grave herida.

“Un taxista que estaba en el lugar observó lo que estaba pasando. Se bajó del auto e intentó ayudarlo. El delincuente huyó corriendo y el chofer lo persiguió hasta La Costanera, donde no lo pudo encontrar. Se armó un enorme revuelo en el barrio. Hasta la noche todos estaban preocupados por él”, agregó Herrera.

Racedo fue trasladado al Centro de Salud. Los médicos lo operaron para acomodarle varios órganos que se habían salido por la segunda herida que le provocó el asaltante.

Precauciones inútiles

“El problema es que la inseguridad no nos da tregua. Estamos muy cansados porque ya adoptamos todas las medidas posibles y nos siguen robando. La gente que vive en los edificios espera el ómnibus en el hall, porque si lo hace en la parada, la desvalijan. Cuando observan que el colectivo está llegando, salen como hormigas a tomarlo”, explicó Juan Carlos Medina.

Lucia de Ramírez contó que el domingo a la madrugada hubo otro hecho de inseguridad. “Una vecina salió de su casa cuando fue sorprendida por una pareja que se movilizaba en la moto. La hicieron arrodillar en la vereda y un joven le puso una pistola en la cabeza para que le entregara la cartera. La chica que lo esperaba en la moto le decía que le dispare. Los vecinos se dieron cuenta y comenzaron a gritar. Los motochorros se asustaron y escaparon. Ese hecho se produjo a una cuadra de donde pasó el último incidente”, indicó.

Su esposo, Esteban, dijo que la Policía hace recorridos por la zona, pero de manera esporádica. “Aquí no se aplicó el tema de los cuadrantes, política que supuestamente implementaría el Gobierno para brindar más seguridad. Tampoco llegaron los uniformados cuando dijeron que lanzarían un programa de acercamiento a la comunidad para pacificar los barrios. Y estamos a dos cuadras de la Costanera. Si esta no es una zona roja, no quiero pensar qué está pasando en otros lugares”; opinó.