Se acercan las Fiestas y los cohetes son siempre un tema de discusión. Desde hace tiempo, distintos sectores de la sociedad venían reclamando un instrumento legal para que termine el sufrimiento que significa la pirotecnia ruidosa para muchas personas y para los animales.
En nuestra provincia, cinco municipios ya tienen ordenanzas sobre los cohetes. Yerba Buena, Monteros, Tafí Viejo, Famaillá y San Miguel de Tucumán promulgaron normas para prohibir la comercialización y el uso de pirotecnia sonora, por ejemplo.
En Monteros se aprobó la ordenanza “Pirotecnia 0”. Y en San Miguel de Tucumán no pueden venderse ni usarse cohetes cuyo estallido supere los 70 decibeles (el equivalente a lo que se consideran ruidos molestos en áreas levemente ruidosas).
Es por eso que en las góndolas ya no deberían conseguirse estos productos: mortero con bombas (cuyo calibre supere una pulgada o una pulgada y media de diámetro), y petardos, fuentes y volcanes con carga explosiva mayor a un gramo. Estos cohetes también figuran en el listado que Tucumán prohibió por ley para la venta y uso. Se suman las foguetas, cuyo diámetro interno del tubo sea mayor a 0,75 pulgadas.
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