Lo que pueda llegar a suceder en el Senado con el proyecto para la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) es un enigma. La iniciativa, que obtuvo media sanción en Diputados -con 131 votos a favor y 117 en contra-, comenzó a ser tratada ayer en comisiones. Se prevé que el jueves obtenga dictamen y que llegue al recinto siete días hábiles después; es decir, el martes 29. Lo que todavía nadie se anima a aventurar es cuál será el resultado. Por eso las senadoras tucumanas Silvía Elías de Pérez (Juntos por el Cambio) y Beatriz Mirkin (Hacemos Tucumán), que tienen posturas enfrentadas, coinciden en tres cosas: que la votación será abierta, que hubiera sido mejor aplazar el debate y que se debe trabajar en la educación sexual integral (ESI).
La radical recordó que en 2018 fue la Cámara Alta la que frenó la iniciativa e indicó que están trabajando para que eso suceda. Sin embargo, consideró que en esta ocasión hay “presiones monstruosas” de la Casa Rosada para que el proyecto que envió al Congreso sea ley. A su vez, consideró que el debate en comisiones se dará “a los empujones”, sin el análisis necesario. “No hay una emergencia real. Hay que tomarse el tiempo y hacer las discusiones como corresponde. Poner de cabecera a la comisión de salud y no buscar cuáles son las comisiones en las que tienen mayoría a favor para sacar dictamen sin problemas; acá se hizo todo lo contrario”, expresó Elías de Pérez en diálogo con LG PLAY. A su vez, calificó el proyecto como una cortina de humo para tapar la crisis por la pandemia y el cambio de fórmula jubilatoria.
Mirkin, por su parte, remarcó que nadie quiere llegar a tener que practicarse un aborto, pero indicó que la mayoría de las mujeres llegan a esa situación por desesperación. ”Nosotros tenemos que permitir y no objetar a las mujeres que quieran realizarse un aborto”, expresó a LG PLAY. A su vez, rechazó el discurso de “las dos vidas”. “Nadie quiere la muerte. Todos queremos que vivan todos aquellos que puedan vivir”, dijo. Indicó también que hay embarazos no deseados que se dan por falta de educación sexual, y remarcó que Tucumán no adhirió a la Ley de ESI (N° 26.150).
La alperovichista expresó que ella hubiera aplazado el debate para 2021 ya que el tema genera discusiones en familias que mucho vienen sufriendo la pandemia. A su vez, afirmó que no supo de presiones en el oficialismo, pero aseguró que ella fue víctima de ataques en las redes sociales y en su domicilio de parte de gente que no piensa como ella.
Números finos
El “poroteo” marca que tanto “celestes” como “verdes” sumarían 33 votos a favor. Además, hay cinco parlamentarios indecisos en la lista: tres que participaron del debate de 2018 y están repensando sus posturas (Silvina Larraburu, Juan Marino y Lucila Crexell), y dos que asumieron luego y no se expresaron al respecto (Edgardo Kueider y Stella Olalla). En caso de un empate, definirá la presidenta del Senado (se informa por separado), Cristina Fernández de Kirchner, quien en 2018, como senadora, votó a favor de la legalización del aborto.
El senador tucumano José Alperovich, voto celeste hace dos años, se encuentra de licencia tras haber sido denunciado por abuso sexual. Sin embargo, durante los últimos días surgieron rumores de una eventual participación. Mirkin, al respecto, dijo que desconoce eso y a título personal lo consideró poco probable.
La ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, aseguró que tiene expectativas de que el proyecto esta vez pueda ser ley, aunque reconoció que el reparto de votos viene ajustado. “Tenemos la expectativa de que así como en Diputados se ganó con 14 votos de diferencia, cuando en el 2018 fueron sólo cuatro, esperamos revertir esta vez los siete votos por los cuales se perdió en 2018 en el Senado”, dijo Gómez Alcorta en diálogo con radio La Red.
Consultada sobre si Fernández de Kirchner será la encargada de definir la votación, dijo que preferiría llegar con un margen holgado. “Hoy no está ese margen holgado, pero los consensos se tejen, y quedan dos semanas para llegar a la votación. Dos semanas antes de la votación en Diputados no había una diferencia de 14 votos”, afirmó.
En cuanto a la situación de Alperovich, cuya licencia vence a fin de año, dijo que respeta el principio de inocencia pero que cree en la contundencia de la denuncia. “Aspiro a que el proceso judicial se apure”, solicitó.
Debido a la ausencia del ex gobernador tucumano, 71 de los 72 senadores estarían en condiciones de ir al Recinto. Sin embargo, desde ambos sectores (celestes y verdes) se especulaba con que el día del debate pueda haber ausencias inesperadas.
Segunda iniciativa
La otra iniciativa que obtuvo media sanción en Diputados, pero con una postura unificada, es la del llamado “Plan de los 1.000 días”. Establece una proyección integral para la persona gestante y para el niño durante los primeros tres años de vida.
Elías de Pérez, al respecto, opinó que se debería haber ideado un proyecto para atacar los problemas de base, como la desnutrición o la pobreza extrema, en vez de actuar sobre las consecuencias. De todos modos, dijo que lo acompañará.
Mirkin, por su parte, opinó que la iniciativa ayudará mucho a las mujeres en situación de vulnerabilidad que quieran tener hijos.
Debate con rispideces: el jefe del bloque oficialista se quejó del “tratamiento exprés” que quiere el gobierno
Con tensiones y cruces entre “verdes” y “celestes”, comenzó ayer el tratamiento en comisiones del Senado del proyecto para la interrupción voluntaria del embarazo (IVE). El jefe del bloque oficialista, José Mayans, protestó por la celeridad que se le está dando al debate. “Esto es un tratamiento exprés. El pueblo argentino tiene derecho a saber de qué se trata”, dijo el formoseño, quien está en contra. La primera jornada de debate participaron el ministro de Salud de la Nación, Ginés González García; la ministra de Mujeres y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta; y la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra.
Postura del gobierno: González garcía ratificó que proyecto es a favor de un grupo social
El ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, ratificó ayer que el proyecto para la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) “no es en contra de nadie, sino a favor de un grupo social que está sufriendo en Argentina”. “Es un proyecto extraordinario porque baja la mortalidad materna, la morbilidad materna y aumenta vida de las mujeres”, expuso en comisiones del Senado. Afirmó que se estima que en el país se practican alrededor de 1.000 abortos diarios, de los cuales el 10% terminan mal y requieren de internación en el servicio público de salud.