La Ciudadela dejó de ser una fortaleza

La Ciudadela dejó de ser una fortaleza para San Martín, que anoche sufrió su tercera derrota consecutiva como local en el año y la segunda de la temporada. Es cierto que la dupla Orsi-Gómez perdió piezas fundamentales para este torneo reducido, pero ante Rafaela volvió a demostrar que le falta juego y que el sueño de pelear por el primer ascenso se desvanece lentamente.

Frente a los rafaelinos, los “Santos” dejaron en evidencia todo lo que le falta para convertirse en un equipo temible: no controló la pelota, ni el juego y fue arrollado por un rival modesto, pero decidido.

Da la sensación de que San Martín pagó caro la espera del fallo del TAS para salir al mercado de pases y para comenzar con la pretemporada. En estas primeras tres fechas, los tucumanos fueron superados por todos sus rivales y la victoria ante Defensores de Belgrano fue apenas un espejismo.

Las piezas nuevas todavía no encajan y con un plantel corto, las ausencias de Alberto “Tino” Costa y Gonzalo Rodríguez se sienten.

Con cuatro fechas por delante, San Martín se quedó sin margen de error y su futuro ya no depende sí mismo. Ahora deberá viajar a Junín, para enfrentar a Sarmiento, sabiendo que Rafaela se escapó cuatro puntos y que la gran final se aleja poco a poco.

Al margen de la dura derrota ante Rafaela, lo más preocupante es que los jugadores que formaron parte del plantel que lideró la pasada temporada tampoco son los mismos de antes. Ya Pier Barrios no desborda, Lucas Diarte dejó de ser una salida confiable y Claudio Mosca no lastima cada vez que toma la pelota.

Apenas Matías Fissore, que recuperó un lugar entre los titulares, mantiene un rendimiento regular. El resto del equipo deambula por la cancha y, con la pérdida por expulsión de los dos marcadores central, la mitad de la defensa será nueva ante Sarmiento.

Aunque nadie quiera confesar que el primer ascenso se esfuma, una derrota más dejará a San Martín a las puertas del camino más largo, si es que quiere volver a Primera.