Por Nahuel Toledo
La media sanción en Diputados del proyecto que legaliza la interrupción voluntaria del embarazo en Argentina generó un sinfín de especulaciones sobre su tratamiento en el Senado. Aunque la iniciativa todavía no ha empezado a discutirse en comisiones, ya es evidente que las relaciones en el oficialismo se tensaron.
Mientras algunos dirigentes del Gobierno nacional se movieron rápidamente para sumar votos afirmativos y lograr la sanción definitiva en la sesión del 29 de diciembre, el presidente del bloque del Frente de Todos, José Mayans, ya se manifestó en contra de la iniciativa y reiteró su rechazo cualquier proyecto para legislar en la temática.
Semanas atrás, el representante de Formosa en la Cámara alta había calificado de “inoportuno” el tratamiento de este tema en el Congreso, teniendo en cuenta que el 2020 estuvo marcado por la pandemia. En declaraciones recientes con medios nacionales, Mayans no solo se manifestó a favor “de las dos vidas”, sino también advirtió que el proyecto atenta contra la Constitución.
Mientras el máximo representante del oficialismo ya plantó bandera en contra, el nombre de la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, toma fuerza y no se descarta que sea la encargada de definir la votación ante un eventual empate.
En el debate de hace dos años, Cristina reconoció que cambió su postura personal respecto al aborto. Dijo que modificó su punto de vista a partir de la militancia feminista y luego de que su hija, Florencia, le “abriera la cabeza”. “Siempre he votado por la vida y he gobernado por y para la vida”, dijo en esa oportunidad. “Creo que más que una cuestión de género esto es una cuestión generacional. Los pibes, una vez más, advierten el cambio de época y demandan ser escuchados. Si quieren saber quiénes me hicieron cambiar de opinión fueron las miles y miles de chicas que se volcaron a la calle”, dijo en ese momento la ex presidenta.
En el oficialismo hay mucha cautela sobre el futuro que tendrá el proyecto. Se prevé una votación ajustada, voto a voto. Además, cómo el mismo presidente, Alberto Fernández, fue quien puso en agenda al tema entienden que no hay margen político para un rechazo, como ocurrió en 2018.
El proyecto ya fue girado y su debate se centrará en las comisiones Banca de la Mujer, con Norma Durango como presidenta, Justicia y Asuntos Penales, a cargo de Oscar Parrilli y Salud, con Mario Fiad. La idea es que en los próximos días la iniciativa obtenga dictamen. La fecha elegida no es antojadiza. En este sentido hay que tener en cuenta que por las celebraciones de Navidad habrá un feriado a mitad de semana, y además de forma obligatoria deben transcurrir siete días hábiles entre la emisión de un dictamen y la sesión.
La legislación vigente sobre aborto en Argentina se mantiene sin cambios desde 1921, cuando una modificación al Código Penal definió la despenalización de los abortos sólo por dos causas: cuando el embarazo sea producto de una violación y cuando la gestación signifique un riesgo para la salud de la persona gestante. La normativa fue ratificada por el fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación FAL.