El celular no ha parado de sonar. Le llovieron mensajes por WhastApp para que explique la movida política. Y no sólo fueron llamadas de sus correligionarios; la otra dirigencia quiere saber de qué se trata la posible coalición con Fuerza Republicana (FR). Mariano Campero deja en claro que sus charlas con Ricardo Bussi están más relacionadas con un acuerdo programático para construir una oposición más sólida que al reparto de candidaturas. "Estamos lejísimos de hablar de eso; antes hay que hablar acerca de qué Tucumán queremos para nuestros hijos, para nuestros nietos", señala el jefe municipal y dirigente de la UCR.
"Mi forma de hacer política es frontal. No juego al enigmático y me gusta que la sociedad sepa, abiertamente, lo que hacemos y lo que proyectamos", dice a LA GACETA, tras su encuentro con Bussi, los legisladores de Fuerza Republicana, concejales de Yerba Buena de distintas fuerzas políticas y funcionarios municipales.
No me sorprenden las reacciones. Yo mostré las cartas y las puse sobre la mesa. Creo que esas actitudes de los que se molestan también muestran sus cartas
Campero sabe que las reuniones públicas generan este tipo de reacciones. "Creo que hay que ser más amplios y tener una visión de construcción de futuro. El tema que hoy nos convoca, el de la seguridad, no sólo está en la agenda de los que tenemos a cargo gestión, sino también que es una prioridad para la sociedad. Yo no esquivo esos temas; trabajo para dar soluciones", explica el intendente. Bussi había sugerido, antes del encuentro, que se elabore una suerte de acuerdo programático con los cinco grandes temas que les preocupa a los tucumanos y, en base a eso, comenzar a delinear alianzas electorales para convertirse en una fuerza capaz de vencer, en las elecciones, al oficialista Frente de Todos.
Desde que trascendió el encuentro con el líder de Fuerza Republicana, Campero no ha dejado de recibir críticas por parte de sus correligionarios y de sus aliados electorales. "No me sorprenden las reacciones. Yo mostré las cartas y las puse sobre la mesa. Creo que esas actitudes de los que se molestan también muestran sus cartas. Una construcción política amplia nos llevó a gobernar Yerba Buena, con dirigentes de distintas vertientes y, fundamentalmente con los vecinos", puntualiza.
El jefe municipal remarca que hay que aprender de las elecciones pasadas y que una oposición dividida no ha logrado vencer al PJ. "Las charlas con Bussi pueden terminar siendo un símbolo acerca de que es necesario que la oposición se siente a conversar para armar una fuerza electoral más competitiva, con criterios de unidad y sinergia", indica. Campero acota que no hay que cerrarle las puertas a nadie en ese proceso. Revela que habla con su par capitalino, Germán Alfaro, y con otros dirigentes como el presidente de la Sociedad Rural de Tucumán, Sebastián Murga, con quien tiene previsto un encuentro para intercambiar ideas.
Dentro del radicalismo, varios dirigentes históricos dieron su parecer respecto del acercamiento de Campero con Bussi. "Por razones políticas, filosóficas e históricas, no compartimos ni avalamos la alianza que intenta concretar el intendente Mariano Campero con Ricardo Bussi", expresaron, entre otros, Eudoro Aráoz, Luis González, Félix Mothe, José Avignone, Alfredo Neme Scheij, Norah Castaldo, Brígido y Antonio Ibarreche, Joaquín d’Hiriart, María Santamarina de Ruiz y Raúl Campero. "Esa pretensión personal, inconsulta y autónoma, es agraviante para la historia del radicalismo tucumano. Tal conducta obedece al estado de anarquía y vacío político de la UCR y a la falta de representación institucional de quienes se asumen como sus voceros", remarcaron. Por esa razón, los dirigentes pidieron al interventor del partido, José Francisco "Lucho" Argañaraz, la inmediata convocatoria a un encuentro para "comenzar a definir el rumbo del radicalismo tucumano".