El sábado, al comenzar en Rusia el plan de vacunación contra la COVID-19, la viceprimera ministra Tatiana Golíkova, encargada del operativo a nivel nacional, instó a los inmunizados con la Sputnik V a no beber alcohol hasta que no hayan pasado 42 días de haberse aplicado la primera de las dos dosis. Argentina recibirá 10 millones de estas vacunas antes de fin de año.
Según informó la agencia Reuters, Golíkova señaló el viernes “que los vacunados también deben evitar los lugares públicos y reducir la ingesta de medicamentos”. A su vez, las personas que se dieran la vacuna contra la gripe, deberán esperar un mínimo de 30 días para aplicarse la Sputnik V.
El motivo de dicha contraindicación radicaría en que la ingesta de alcohol puede evitar que la persona genere los anticuerpos necesarios y entonces no producir la inmunidad deseada.
Ante esta novedad, muchos rusos que iban a vacunarse habrían decidido esperar hasta el año próximo, es decir, después de las Fiestas.
El Centro Gamaleya, desarrollador de esta vacuna, y el Fondo de Inversiones Directas de Rusia (FIDR), indicaron que la Sputnik V tiene una eficacia de más del 95%. El precio de las dos dosis que comprende rondará los U$S 20. (Télam)