Empresarios de discotecas exigen su reapertura a la Nación y alertan sobre las "fiestas clandestinas"

Empresarios de discotecas exigen su reapertura a la Nación y alertan sobre las "fiestas clandestinas"

La sociedad demuestra todos los días que también necesita contar con sus momentos de ocio y entretenimiento”, expresaron en IDEAr.

ARCHIVO LA GACETA / foto de FRANCO VERA ARCHIVO LA GACETA / foto de FRANCO VERA
05 Diciembre 2020

La Industria del Entretenimiento Argentino (IDEAr) consideró que "sería un grave error de las autoridades" no autorizar el retorno de discotecas, shows y otras actividades que llevan a cabo los empresarios del rubro. En ese punto, enfatizaron que mantener las restricciones para el sector profundizará la proliferación de "fiestas clandestinas", que "se incrementan día tras día en el país".

Los asociados a IDEAr reclamaron "una apertura urgente, ordenada y segura".

"No soportamos más, necesitamos trabajar y la gente necesita divertirse", expresaron. Advirtieron que cuentan "con todos los protocolos para retomar, pero el Gobierno nacional las limita". "El último decreto (presidencial) va en contra de la realidad", sostuvieron a través de la cuenta oficial de la entidad en Twitter.

“Necesitamos trabajar. La sociedad demuestra todos los días que también necesita contar con sus momentos de ocio y entretenimiento”, expresaron los empresarios.

En ese sentido, fueron categóricos contra aquellos "que deben controlar las fiestas clandestinas que hoy se realizan mayormente en la vía pública". “Nadie las puede negar. Esto es muy peligroso ya que no cuentan con ningún protocolo, medidas de seguridad ni de emergencias. Nos pone en riesgo a todos”, dijo IDEAr.

Según la entidad, el Gobierno nacional a través del decreto 956/20 prohíbe todo tipo de actividad con capacidad mayor a 100 personas, "algo que va totalmente en contra de lo conversado y avanzado hasta el momento". También se contradice con disposiciones provinciales y municipales, advirtieron. “Prohíben actividades para mas de 100 personas cuando en todos los espacios públicos de todas las ciudades la gente se junta y son muchos mas que esa cantidad”, sostuvo la asociación de empresarios.

“La única manera de combatir la clandestinidad es con el paulatino regreso de la actividad del entretenimiento. Si pudiéramos abrir nuestros lugares de forma segura y ordenada, la tasa de fiestas clandestinas bajaría sustancialmente”, aseguraron desde IDEAr.

La propuesta del sector

IDEAr es la cámara federal que agrupa a representantes de la industria en las 24 provincias del país. Afirmaron que vienen trabajando hace meses en protocolos seguros para poder garantizar una reapertura cuidada de las discotecas en el país y que los jóvenes tengan una opción de entretenimiento segura y dentro del marco legal. "No podemos empujar a nuestros jóvenes a que tengan como una opción de entretenimientos la sombra, clandestinidad y precariedad de medidas", razonan.

La propuesta, que ya presentaron ante autoridades nacionales, provinciales y municipales, es poder abrir en espacios al aire libre o cubiertos, en burbujas sociales, para que los jóvenes vuelvan a salir en un marco responsable y con cuidados.

“Hoy los encuentros sociales existen. Las fiestas clandestinas están todos los días. Es un gran error querer negarlas. Desde nuestra perspectiva, la única manera de combatir la clandestinidad y garantizar a los jóvenes que puedan divertirse pero con cuidados es con el paulatino regreso de la actividad", aseguraron.

La dinámica que proponen los empresarios es reabrir con burbujas sociales de no más de 10 personas por mesa y con restricciones para la movilidad dentro de los clubes. “Nuestra idea es tener controles en el ingreso, tomarle la temperatura a todos los que entran, un protocolo responsable que abarque desde que el joven baja su primer pie del auto hasta que se sube y se va. También buscamos brindar la opción de shows o eventos musicales en burbujas sociales, sin contacto entre ellas, con registros exhaustivos y cuidados de todos los detalles. Así los chicos podrían pasar el tiempo entre ellos y con el distanciamiento necesario. Es una forma de adaptarse a la nueva normalidad de forma segura: no prohibir sino regular la actividad. Prohibiéndola no se la quita de la vida sino sólo se la corre a la sombra, con más  precariedad y clandestinidad", finalizan desde IDEAr.

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